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Un nuevo estudio publicado en The Lancet Planetary Health sugiere que el cambio climático amenaza la disponibilidad continua de sangre segura en todo el mundo.
22 abril 2025.- El cambio climático amenaza considerablemente la salud pública, incluyendo la cadena de suministro de sangre, crucial para tratamientos médicos como cirugías, atención traumatológica y el manejo de enfermedades crónicas. Los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en las enfermedades transmitidas por vectores y las fluctuaciones de temperatura pueden interrumpir la recolección, el análisis, el transporte y el almacenamiento de sangre, poniendo en peligro tanto la seguridad como la suficiencia de los hemoderivados.
Si bien los estudios han destacado ciertas conexiones entre el cambio climático, las infecciones transmisibles por transfusión y la seguridad de la sangre, aún existe una falta de comprensión integral de los efectos del clima en cada etapa de la cadena de suministro.
Desde esta perspectiva el estudio aborda los posibles desafíos impulsados por el clima en toda la cadena de suministro de sangre, desde la salud de los donantes hasta la estabilidad de los componentes sanguíneos, enfatizando la importancia de las medidas proactivas. Para proteger la disponibilidad y seguridad de los suministros de sangre en un clima cambiante, se necesita más investigación y estrategias de adaptación para construir un sistema de suministro de sangre resiliente que pueda soportar las nuevas perturbaciones relacionadas con el clima.
Investigadores de la Universidad de Sunshine Coast y de la Cruz Roja Australiana Lifeblood afirman que los problemas de salud, la propagación de enfermedades infecciosas y el clima extremo exacerbado por el cambio climático afectarán la capacidad de las personas para donar y, al mismo tiempo, pueden desencadenar un aumento en la necesidad de sangre.
La investigadora de Lifeblood y becaria adjunta de investigación de UniSC, la Dra. Elvina Viennet, dijo que esto amenazaba la seguridad y el suministro de productos sanguíneos vitales que son cruciales para cirugías, atención de traumatismos, manejo de enfermedades crónicas y para salvar vidas en situaciones de emergencia.
"Se prevé que las temperaturas más cálidas y los desastres naturales como olas de calor, inundaciones, ciclones e incendios forestales se vuelvan más frecuentes y graves", afirmó el Dr. Viennet.
Además de limitar la movilidad de un gran número de personas, estos eventos alteran el almacenamiento, la seguridad y el transporte de sangre, que tiene una vida útil corta.
“ Experimentamos esto recientemente con el ex ciclón tropical Alfred en Australia, cuando un evento climático extremo redujo drásticamente los suministros nacionales de sangre por primera vez”.
La investigadora principal, profesora asociada de UniSC, Helen Faddy, dijo que el estudio fue el primero en examinar a nivel mundial cómo el cambio climático podría afectar cada etapa de la cadena de suministro de sangre, basándose en una revisión exhaustiva de la literatura de estudios internacionales.
"Si bien muchos estudios han explorado los efectos más amplios del cambio climático en la salud, buscamos llenar los vacíos en la comprensión del alcance total de los riesgos, desde la salud de los donantes y la logística de la recolección hasta el procesamiento, el almacenamiento y la distribución de productos", afirmó.
El hallazgo sugiere que el cambio climático puede afectar algunas enfermedades infecciosas que pueden transmitirse a través de la sangre y pueden impedir que las personas donen.
"Por ejemplo, las predicciones de un aumento de las precipitaciones y temperaturas más cálidas en ciertas regiones, incluida Australia, podrían intensificar enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, el virus del Nilo Occidental y la malaria, y potencialmente provocar su propagación a nuevas zonas", afirmó el Dr. Faddy.
Al mismo tiempo, los cambios en la prevalencia de enfermedades y la frecuencia de los desastres naturales podrían aumentar la demanda de transfusiones de sangre debido a afecciones como complicaciones del embarazo, enfermedades cardiovasculares y anemia de células falciformes.
También podríamos enfrentarnos a mayores dificultades para encontrar la sangre adecuada para los pacientes. Con el aumento del nivel del mar, que incrementa las tasas de migración, es esencial contar con más donantes de diversos orígenes étnicos y aumentar el número de personas que donan sangre.
Condiciones de salud menos obvias y enfermedades relacionadas con el calor también podrían afectar a los donantes, el personal y los voluntarios.
"Podríamos observar el surgimiento de nuevas enfermedades, problemas de salud como la presión arterial y la hidratación que se agravan con el calor, así como angustia psicológica y 'ansiedad climática', que afectan a los donantes", dijo.
El estudio enfatiza la necesidad de reducir la dependencia de las cadenas tradicionales de suministro de sangre y tener estrategias adaptables que ofrezcan respuestas rápidas a los desafíos relacionados con el clima.
Los investigadores recomiendan que los gobiernos y los servicios de sangre se preparen con herramientas críticas como sistemas de alerta temprana, vigilancia de enfermedades, enfoques flexibles para la elegibilidad de los donantes y el transporte de sangre en emergencias, preparación hospitalaria y expansión de los servicios de recolección para que las donaciones puedan reubicarse rápidamente.
"Entre las innovaciones globales recientes se incluyen las técnicas de recuperación celular durante las cirugías, el uso de drones para transportar sangre cuando se interrumpe el transporte y los bancos de sangre ambulantes, que recolectan donaciones en el lugar de las crisis", afirmó el Dr. Faddy.
A medida que nuestro entorno evoluciona, necesitamos reducir la dependencia de las cadenas tradicionales de suministro de sangre y contar con estrategias adaptables que ofrezcan respuestas rápidas a los desafíos relacionados con el clima.
Fuente: Viennet, E., et al. (2025). Blood under pressure: how climate change threatens blood safety and supply chains. The Lancet Planetary Health. doi.org/10.1016/S2542-5196(25)00051-8.
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