agricultura, cambio climático, chocolate
El cacao, uno de los seis productos básicos vulnerables a las amenazas ambientales, en un "panorama extremadamente preocupante" para la resiliencia alimentaria
21 mayo 2025.- El colapso climático y la pérdida de vida silvestre están profundizando la “crisis del chocolate” de la UE, según un informe , donde el cacao es uno de los seis productos básicos que provienen principalmente de países vulnerables a las amenazas ambientales.
Más de dos tercios del cacao, el café, la soja, el arroz, el trigo y el maíz introducidos en la UE en 2023 procedieron de países que no están bien preparados para el cambio climático, según la consultora británica Foresight Transitions.
En el caso de tres de los productos básicos (cacao, trigo y maíz), dos tercios de las importaciones procedían de países cuya biodiversidad se consideraba no intacta, según el análisis.
Los investigadores dijeron que el daño a la producción de alimentos causado por el cambio climático se vio agravado por una disminución de la biodiversidad que ha dejado a las granjas menos resilientes.
“Estas no son solo amenazas abstractas”, afirmó la autora principal del informe, Camilla Hyslop. “Ya se están manifestando de maneras que afectan negativamente a las empresas y los empleos, así como a la disponibilidad y el precio de los alimentos para los consumidores, y la situación no hace más que empeorar”.
Los investigadores compararon los datos comerciales de Eurostat con dos clasificaciones de seguridad ambiental para evaluar el nivel de exposición a tres alimentos básicos y tres insumos críticos para el sistema alimentario de la UE.
Utilizaron una clasificación de preparación climática del Índice de Adaptación Global de Notre Dame, que combina la vulnerabilidad de un país a los daños climáticos con su acceso a apoyo financiero e institucional, y una clasificación de integridad de la biodiversidad del Museo de Historia Natural del Reino Unido, que compara la abundancia actual de especies silvestres con los niveles premodernos.
Descubrieron que la mayoría de las importaciones provenían de países clasificados como “bajos-medios” en la escala climática y “bajos-medios” o “medios” en la escala de biodiversidad.
Algunos productos alimenticios estuvieron particularmente expuestos. El informe concluyó que la UE importó el 90 % de su maíz de países con una preparación climática baja o media y el 67 % de países con una biodiversidad intacta o media o baja.
En el caso del cacao, un ingrediente clave en la industria del chocolate que Europa no cultiva, la exposición a las importaciones fue del 96,5% en la escala de preparación climática y del 77% en la escala de biodiversidad, según el informe.
La industria ya enfrenta el aumento del precio del azúcar, impulsado en parte por fenómenos meteorológicos extremos , y la escasez de cacao. La mayor parte de su cacao proviene de países de África occidental que enfrentan riesgos climáticos y de biodiversidad superpuestos.
El informe, encargado por la Fundación Europea del Clima, argumentó que los grandes fabricantes de chocolate deberían invertir en la adaptación climática y la protección de la biodiversidad en los países productores de cacao.
“Esto no es un acto de altruismo ni de ESG [finanzas sostenibles], sino más bien una estrategia vital para reducir el riesgo en las cadenas de suministro”, escribieron los autores. “Garantizar que los agricultores en sus cadenas de suministro reciban un precio justo por sus productos les permitiría invertir en la resiliencia de sus propias explotaciones”.
Paul Behrens, investigador ambiental de la Universidad de Oxford y autor de un libro de texto sobre alimentación y sostenibilidad, que no participó en la investigación, dijo que los hallazgos pintaron un "panorama extremadamente preocupante" para la resiliencia alimentaria.
«A los responsables políticos les gusta pensar que la UE goza de seguridad alimentaria porque produce una gran cantidad de sus propios alimentos», afirmó. «Pero lo que este informe demuestra es que la UE es vulnerable a los riesgos climáticos y para la biodiversidad en algunas cadenas de suministro de alimentos vitales».
El informe concluyó que el café, el arroz y la soja presentaban menos riesgos en general, pero señaló focos de preocupación. Uganda , que suministró el 10 % del café de la UE en 2023, presentaba un bajo nivel de preparación climática y una integridad de la biodiversidad entre baja y media, según el informe.
Joseph Nkandu, fundador de la Unión Nacional de Agronegocios y Empresas Agrícolas del Café de Uganda, pidió un mayor acceso a la financiación climática internacional para ayudar a los agricultores a ser más resilientes frente al empeoramiento del clima.
“El clima en Uganda ya no es predecible”, dijo. “Las olas de calor, las sequías prolongadas y las lluvias irregulares están marchitando nuestros cafetos y perjudicando la producción”.
Marco Springmann, investigador de alimentos de la Universidad de Oxford, que no participó en la investigación, dijo que sería necesario un cambio hacia dietas más saludables y sostenibles para que los sistemas alimentarios resistan los choques climáticos.
“Aproximadamente un tercio de los granos y prácticamente toda la soja importada se utiliza para alimentar animales”, afirmó. “Por lo tanto, intentar aumentar la resiliencia de esas cadenas de suministro pasa por alto que esto beneficia precisamente a los productos que son, en gran medida, responsables de aquello de lo que se intenta proteger”.
Fuente: The Guardian
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