arqueología, Nínive
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Fuente: Aaron Schmidt |
Hace 2.700 años, Nínive era la capital del imperio asirio. Investigadores de la Universidad de Heildelberg han realizado un espectacular descubrimiento en el palacio del rey Assurbanipal.
18 mayo 2025.- Durante las excavaciones en la antigua metrópoli de Nínive, un equipo de arqueólogos alemanes de la Universidad de Heidelberg ha realizado un hallazgo que promete aportar nuevas claves sobre el arte y la iconografía del Imperio Asirio. Se han recuperado fragmentos de un relieve monumental, encontrado en la sala del trono del Palacio Norte, uno de los espacios principales y simbólicos de la antigua capital.
Características del Hallazgo El relieve, tallado en una losa de piedra de aproximadamente 5,5 metros de largo por 3 metros de alto y con un peso estimado de 12 toneladas, muestra una escena en la que el rey asirio Assurbanipal se ubica en el centro. Alrededor de su figura se destacan otros elementos de gran relevancia iconográfica:
Deidades majestuosas: El monarca aparece flanqueado por dos importantes deidades del panteón asirio: el dios Ashur, figura central en la mitología asiria, y la diosa Ishtar, protectora y patrona de la ciudad de Nínive.
Elementos simbólicos adicionales: Entre las figuras complementarias se observa un “genio pez”, interpretado como un símbolo que confiere salvación y vida tanto a los dioses como al rey. También se identifica la presencia de otra figura, con los brazos levantados, que algunos especialistas han sugerido podría tratarse de un “hombre-escorpión” o una representación protectora. Adicionalmente, se plantea que originalmente el relieve pudo haber sido coronado por un gigantesco disco solar alado, lo que habría reforzado el carácter divino y majestuoso de la representación.
Contexto y Procedencia El hallazgo se produce en el marco del proyecto Heidelberg Nínive, iniciado en 2018 bajo la dirección del profesor Stefan Maul del Departamento de Lenguas y Culturas de Oriente Próximo de la Universidad de Heidelberg. El arqueólogo Aaron Schmitt, responsable de las excavaciones en el Palacio Norte, ha explicado que los fragmentos fueron descubiertos en una fosa llena de tierra, situada junto a un nicho que originalmente se encontraba frente a la entrada principal del salón del trono.
La hipótesis planteada sugiere que dichos fragmentos pudieron haber sido enterrados intencionadamente durante el período helenístico, en el siglo III o II a.C. Este enterramiento de los elementos puede explicar por qué, a diferencia de otros relieves monumentales de la región —como los ya rescatados por arqueólogos británicos en el siglo XIX y actualmente exhibidos en el Museo Británico de Londres— este conjunto permaneció oculto durante tanto tiempo.
Modelo en 3D del relieve: los hallazgos están marcados en gris oscuro, la parte en gris claro es una reconstrucción. Michael Rummel / Ruprecht-Karls-Universität HeidelbergImportancia del Descubrimiento La significación de este hallazgo radica en varios aspectos:
Iconografía inédita: La representación de las grandes deidades junto a la figura del rey es única entre los relieves asirios conocidos. Según el profesor Schmitt, “entre las numerosas representaciones en relieve de los palacios asirios que conocemos, no hay ninguna que represente a las grandes divinidades” con este nivel de protagonismo.
Perspectivas sobre el poder y lo divino: La composición del relieve refuerza la idea de que el arte monumental asirio no solo tenía un carácter decorativo, sino que era un medio para legitimar y sublimar el poder real mediante la unión simbólica del gobernante y lo divino.
Nuevas líneas de investigación: Los datos recogidos en el sitio se someterán a un análisis detallado durante los próximos meses, cuyos resultados se publicarán en revistas científicas. Esto podría ofrecer una perspectiva renovada sobre la evolución del arte asirio y sus interacciones con otros periodos culturales, particularmente durante el helenismo.
El descubrimiento en Nínive añade un nuevo y fascinante capítulo a la historia del Imperio Asirio, subrayando la complejidad de sus manifestaciones artísticas y religiosas. Con este hallazgo, el equipo de la Universidad de Heidelberg no solo recupera piezas fundamentales para el estudio del arte asirio, sino que también abre la puerta a futuras investigaciones que podrían redefinir la comprensión de la iconografía y los rituales asociados al poder en una de las civilizaciones más influyentes de la antigüedad.
Fuentes adicionales: Ruprecht-Karls-Universität Heidelberg
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