PFAS, agua del grifo, medio ambiente
01 julio 2025.- Los PFAS (sustancias per- y polifluoroalquiladas) son compuestos sintéticos usados en multitud de productos, desde utensilios antiadherentes hasta espumas contra incendios. Su alta estabilidad química les otorga el apodo de “eternos”, al resistir la degradación natural y acumularse en el medio ambiente y el organismo. Una investigación paneuropea identificó casi 23 000 lugares contaminados por PFAS en 2023, muchos ligados a industrias y actividades aeroportuarias.
En la cuenca de Saint-Louis (Haut-Rhin), junto al aeropuerto de Basilea-Mulhouse, los ejercicios regulares de bomberos con espumas ricas en PFAS han vertido estos compuestos en el suelo y las aguas subterráneas. Como consecuencia, el agua del grifo de 11 comunas supera sistemáticamente el límite legal francés de 0,1 µg/L para cada PFAS, según la Agencia Regional de Salud del Gran Este.
Niveles de PFAS en la red de agua potable
Análisis realizados en 2024 revelaron concentraciones extremas: hasta 391 ng/L en uno de los captaciones de Saint-Louis y picos de 459 ng/L en Blotzheim, lo que convierte esta zona en una de las más contaminadas de Francia. En varias estaciones, la suma de PFAS detectados multiplicó por cuatro los umbrales de potabilidad impuestos en la UE.
El 5 de mayo de 2025 entró en vigor una orden prefectural que prohíbe el consumo de agua corriente a personas “sensibles”: bebés menores de dos años, mujeres embarazadas o lactantes, inmunodeprimidos y enfermos crónicos. Se recomienda a estos grupos usar exclusivamente agua embotellada para beber y preparar alimentos infantiles, manteniéndose autorizados otros usos domésticos como la cocción o la higiene personal.
Ante el riesgo, las autoridades locales distribuyen packs de agua en escuelas y comedores, y habilitaron un teléfono de atención (09 69 39 32 76). En redes sociales se ha lanzado una petición para que el aeropuerto asuma parte del coste del suministro alternativo, mientras un comité técnico estudia soluciones a medio plazo—como la instalación de filtración avanzada por carbón activo o resinas aniónicas—para reducir los niveles de PFAS en la red pública.
Riesgos para la salud y necesidad de acción
Los PFAS se han asociado con alteraciones endocrinas, reducción de la fertilidad, problemas de tiroides y ciertos cánceres, especialmente tras exposiciones prolongadas, incluso a bajas concentraciones. Su carácter bioacumulativo plantea un peligro de largo plazo, subrayando la urgencia de eliminar su uso en espumas y buscar alternativas más seguras.
Estudios recientes han documentado una amplia gama de efectos adversos asociados a la exposición a las sustancias per‐ y polifluoroalquiladas (PFAS), compuestos sintéticos persistentes que se acumulan en el medio ambiente y en el organismo humano. A continuación se presenta una reseña de las investigaciones más relevantes sobre su impacto en la salud.
Exposición generalizada y rutas de contacto Los PFAS están presentes en agua potable, alimentos, polvo doméstico y productos de consumo (utensilios antiadherentes, envases, espumas contra incendios). Estudios de biomonitoreo muestran que más del 98 % de la población tiene trazas de PFAS en sangre, reflejo de su gran movilidad y persistencia en el entorno humano.
Alteraciones metabólicas e inmunológicas La evidencia epidemiológica asocia la exposición a PFAS (especialmente PFOA, PFOS, PFNA y PFDA) con incrementos de colesterol total y LDL, cambios en enzimas hepáticas y disminución de la respuesta de anticuerpos tras vacunación. En modelos animales y humanos se ha constatado también un mayor riesgo de hipertensión inducida por embarazo y preeclampsia, así como ligeras reducciones en el peso al nacer. Algunos estudios apuntan a un vínculo con cáncer de riñón y testicular tras exposiciones prolongadas, incluso a bajas concentraciones ambientales.
Impactos en desarrollo infantil y reproductivo Las investigaciones en poblaciones maternas e infantiles indican que la exposición prenatal o en la primera infancia se relaciona con bajo peso neonatal, restricción del crecimiento fetal y alteraciones en el desarrollo cognitivo y conductual (hiperactividad, menor coeficiente intelectual y ansiedad). También se han descrito asociaciones con pubertad precoz, disfunción tiroidea y enfermedades renales en niños y adolescentes, aunque la causalidad exacta aún requiere mayor esclarecimiento.
Estudios de biomonitoreo en tejidos humanos Los PFAS se detectan con frecuencia en suero, plasma, leche materna y orina. Los niveles varían según la región: en algunas poblaciones chinas se midieron hasta 191 ng/mL de PFOA y 14 ng/mL de PFOS en sangre, mientras que en varios países africanos los valores medianos fueron inferiores a 1 ng/mL. Esto pone de manifiesto diferencias en usos industriales, regulación y hábitos de consumo que influyen en la carga corporal de PFAS.
Líneas futuras de investigación y regulación Pese a los avances, persisten lagunas: falta de datos sobre efectos combinados de múltiples PFAS, escasez de estudios longitudinales y necesidad de umbrales basados en resultados clínicos robustos. Se recomienda impulsar investigación en cohortes de largo plazo, mejorar la estandarización analítica y acelerar la transición a alternativas químicas seguras.
En conjunto, estos hallazgos subrayan la urgencia de reducir las emisiones de PFAS, reforzar los controles en agua y alimentos, y actualizar normativas de exposición para proteger grupos vulnerables y prevenir daños crónicos a la salud pública.
Hacia una normativa más estricta
La Unión Europea revisa actualmente su Directiva de Agua Potable para incluir un límite conjunto a la suma de PFAS de 0,5 µg/L y topes individuales de 0,1 µg/L, con objetivos de aplicación a partir de 2026. Casos como el de Saint-Louis evidencian la necesidad de acelerar estas medidas y financiar tecnologías de tratamiento que garanticen agua segura para toda la población.
El episodio de Saint-Louis ejemplifica el reto global de los “químicos para siempre”: sustancias diseñadas para no descomponerse y que hoy amenazan la salud pública. La experiencia francesa debería servir de advertencia y estímulo para que autoridades, industria y comunidades impulsen con urgencia alternativas libres de PFAS y sistemas de vigilancia más estrictos.
1. Enfoque de la Unión Europea
Directiva de Agua Potable revisada (2020/2184)
Establece un límite máximo conjunto de 0,5 µg/L para la suma de 20 PFAS prioritarios y topes individuales de 0,1 µg/L.
Plazo de transposición y cumplimiento: hasta el 12 de enero de 2026 por todos los Estados miembros.
Reglamento REACH (Reglamento CE 1907/2006)
PFOS y PFOA incluidas en el Anexo XVII de substancias restringidas:
PFOS: prohibido desde 2009 en la mayoría de usos.
PFOA y compuestos relacionados: restricción plena desde julio de 2020.
En febrero de 2023, ECHA propuso una restricción de grupo para abarcar más de 10 000 PFAS, con excepciones temporales para aplicaciones críticas (espumas contra incendios, dispositivos médicos)
Propuesta de restricción integral (2023)
Objetivo: prohibir fabricación, comercialización y uso de la mayor parte de PFAS en múltiples sectores.
Derogaciones previstas hasta 10 años para usos esenciales sin alternativas viables.
Decisión pendiente (esperada a lo largo de 2025) tras el análisis de la Comisión Europea y el Comité de Sustancias Restringidas de ECHA.
2. Comparativa internacional
3. Tendencias y retos
Movimiento hacia prohibición de grupo: Europa lidera la propuesta de un veto masivo de PFAS, mientras EE. UU. y otros países avanzan principalmente en parámetros de agua y listados de sustancias individuales.
Excepciones y plazos de transición: En Europa se usan derogaciones de hasta 10 años para usos esenciales; EE. UU. permite alternativas según cada estado.
Revisión continua de límites de agua: la UE impondrá 0,5 µg/L para la suma de PFAS, EE. UU. plantea entre 4–10 ng/L solo para PFOA+PFOS y Canadá 0,5 µg/L combinado.
Desafío técnico y económico: El gran número de PFAS y su uso en sectores críticos dificulta la sustitución rápida; se necesita fomentar I+D en alternativas químicas y tecnologías de tratamiento.
Fuentes consultadas
Agency for Toxic Substances and Disease Registry (ATSDR). (2024). How PFAS Impacts Your Health.
United States Environmental Protection Agency (EPA). (2023). Our Current Understanding of the Human Health and Environmental Risks of PFAS.
National Toxicology Program (NTP), National Institute of Environmental Health Sciences. (2022). Per- and Polyfluoroalkyl Substances (PFAS).
Dehghani, M. H., Aghaei, M., Bashardoust, P., Rezvani Ghalhari, M., Nayeri, D., Malekpoor, M., Sheikhi, S., & Shi, Z. (2025). An insight into the environmental and human health impacts of per- and polyfluoroalkyl substances (PFAS): exploring exposure pathways and their implications. Environmental Sciences Europe, 37, 81.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2023). Fourth National Report on Human Exposure to Environmental Chemicals. Volumen 1 – PFAS.
European Food Safety Authority (EFSA). (2020). Risk to human health related to the presence of per-and polyfluoroalkyl substances in food. EFSA Journal, 18(9):6223.
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