captura de carbono, energías renovables
11 junio 2025.- Los investigadores han determinado que la adopción a gran escala de tecnologías diseñadas para capturar el dióxido de carbono de las emisiones industriales y de la atmósfera sería significativamente más costosa y perjudicial para el medio ambiente que una transición global hacia fuentes de energía renovables para la electricidad y la calefacción.
Un estudio reciente de investigadores de Stanford, publicado en la revista Environmental Science & Technology el 10 de febrero de 2025 bajo el título “Energy, Health, and Climate Costs of Carbon-Capture and Direct-Air-Capture versus 100%-Wind-Water-Solar Climate Policies in 149 Countries” (DOI: 10.1021/acs.est.4c10686), ha evidenciado que invertir en tecnologías de captura de carbono es considerablemente más costoso en comparación con la adopción total de fuentes de energía renovable, tales como la energía eólica, solar, hidráulica y geotérmica.
La investigación, realizada con datos de 149 países, analiza de forma comparativa dos escenarios extremos. Por un lado, se evalúa un mundo que apuesta por la captura de carbono mediante tecnologías específicas para extraer el CO₂ de fuentes industriales y directamente del aire; por otro, se explora un futuro basado en la electrificación y un sistema energético 100% renovable. Los resultados indican que la transición hacia energías limpias no solo permite una reducción directa de las emisiones de dióxido de carbono, sino que también reduce la demanda energética total en un 54% y recorta los costes del sector energético hasta en un 60% en comparación con la captura de carbono.
Asimismo, el estudio destaca que la implementación de tecnologías renovables conlleva beneficios adicionales en términos de salud pública, al evitar millones de muertes vinculadas a la contaminación del aire, y contribuye a la disminución de costos sociales y económicos derivados del uso continuo de combustibles fósiles. Por su parte, las tecnologías de captura de carbono, al requerir un elevado consumo de energía para su operación, generan un efecto contraproducente que aumenta la dependencia de fuentes fósiles, dificultando así la adopción de políticas sostenibles y rentables a largo plazo.
Estos hallazgos, que resumen la evaluación de los costos en términos energéticos, de salud y climáticos, ponen de relieve la importancia de redirigir las inversiones públicas e industriales hacia políticas de transición energética basadas en fuentes renovables. La conclusión principal del estudio es clara: la transformación del sistema energético hacia un modelo 100% renovable no solo es más eficaz para combatir el cambio climático, sino que además resulta económica y sostenible en comparación con estrategias basadas en la captura del carbono.
La publicación de este estudio se considera un aporte fundamental para la formulación de políticas climáticas y energéticas a nivel internacional, en tanto ofrece una perspectiva integral sobre los beneficios de un sistema energético renovable frente a tecnologías que, aunque innovadoras, resultan ser una solución con un alto coste de oportunidad.
Para obtener más información sobre este estudio, se puede consultar la publicación original en Environmental Science & Technology a través del siguiente enlace: .
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