enigmas, antropología
Al modelar el nicho humano en África desde hace 120.000 hasta 14.000 años, se demuestra que la expansión exitosa hacia Eurasia y el asentamiento a largo plazo de poblaciones allí formaron parte de un proceso que se inició fundamentalmente en África. En esencia, se documenta el inicio de un proceso indudablemente africano que se originó hace 70.000 años y que ha dado lugar a la inigualable plasticidad ecológica humana actual.
19 junio 2025.- Recientes descubrimientos publicados en la revista Nature han arrojado nueva luz sobre un proceso fundamental en la evolución de nuestra especie: la ampliación del nicho ecológico que experimentaron los humanos en África antes de su dispersión hacia Eurasia y otros continentes. Los resultados de este estudio muestran cómo, a lo largo de decenas de miles de años, los antepasados de todos los humanos no africanos desarrollaron una capacidad única para adaptarse a entornos tan disímiles como bosques, desiertos y otros hábitats anteriormente considerados hostiles.
Adaptación y flexibilidad ecológica
Según el estudio, que abarca datos arqueológicos, modelos climáticos y registros ambientales que datan desde hace 120.000 hasta 14.000 años, los humanos comenzaron a ensanchar su nicho ecológico alrededor de hace 70.000 años en diversas regiones de África, incluyendo zonas del oeste, centro y norte del continente. Esta expansión no se debió a un salto tecnológico repentino, sino a cambios graduales en el modo de interactuar con el entorno que permitieron a los grupos humanos aprender a aprovechar los recursos disponibles en entornos variados. La "ingeniería ecológica" —concepto que engloba la creación de herramientas culturales, el manejo del fuego, el almacenamiento de agua y otros desarrollos adaptativos— fue determinante para que nuestros antepasados pudieran sobrevivir y prosperar en ambientes antes desfavorables.
Preparándose para lo desconocido
El estudio destaca que, a diferencia de intentos previos de migración fuera de África en condiciones climáticas favorables, la gran dispersión de hace 50.000 años se produjo en un contexto en el que los humanos ya habían adquirido una flexibilidad ecológica notable. Esta preparación previa les permitió afrontar las situaciones desafiantes que encontrarían al abandonar su continente de origen. Es decir, aquellos grupos humanos que se aventuraron hacia Eurasia lo hicieron equipados con conocimientos y estrategias de supervivencia adquiridas durante siglos de adaptación a una diversidad de hábitats africanos.
(a) Hábitat adecuado para Homo sapiens (áreas centrales y periféricas combinadas) subdividido por clase de bioma (desierto, sabana y bosque). (b) Área de nicho climático a lo largo del tiempo. El área de nicho se calcula a partir de la gráfica de los dos primeros componentes principales de las variables climáticas, estimando el kernel 2D del 99% que abarca las celdas adecuadas (áreas centrales y periféricas combinadas) para cada clase de bioma.Implicaciones para la evolución humana
La ampliación del nicho ecológico humano no solo explica la capacidad de colonización de entornos aparentemente inhóspitos, sino que también refuerza la idea de una interacción social y cultural intensa dentro de África. El intercambio constante entre poblaciones y la difusión de innovaciones tecnológicas y de comportamiento facilitaron el aprendizaje colectivo, dotando a las futuras migraciones de la resiliencia necesaria para prosperar en nuevos territorios. Este hallazgo subraya que el éxito adaptativo de la especie humana no se basó únicamente en cambios biológicos, sino en una combinación compleja de estrategias culturales y tecnológicas que ampliaron nuestro “armario ecológico” mucho antes de abandonar África.
El descubrimiento de esta gran expansión del nicho humano redefine el camino evolutivo de nuestra especie, señalando que la preparación para la dispersión global fue un proceso largo y multifacético. Al aprender a vivir en variados entornos dentro de África, los antiguos humanos se dotaron de la flexibilidad necesaria para colonizar el resto del mundo, dejando un legado que ha permitido a las poblaciones modernas adaptarse y prosperar en contextos radicalmente distintos. Este estudio, publicado en Nature, no solo amplía nuestro conocimiento sobre las rutas migratorias, sino que también enfatiza la importancia del entorno y la cultura en la evolución de nuestra especie.
Esta nueva perspectiva abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en cómo las prácticas culturales y la adaptabilidad ecológica influyeron en la supervivencia y el éxito de los humanos fuera de África, aportando pistas cruciales sobre la compleja historia de la evolución humana.
Fuente: Hallett, E.Y., Leonardi, M., Cerasoni, J.N. et al. Major expansion in the human niche preceded out of Africa dispersal. Nature (2025). https://doi.org/10.1038/s41586-025-09154-0
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