PNIEC, transición energética, energías renovables
24 junio 2025.- El reciente estudio elaborado por Diego Rodríguez, en el marco del seguimiento del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), ofrece una visión amplia del estado actual y los retos futuros para la descarbonización de España. A grandes rasgos, el documento analiza cómo se están cumpliendo los objetivos de reducción de emisiones, el avance en la integración de energías renovables y las medidas necesarias en áreas clave como el almacenamiento, el hidrógeno, el transporte y la eficiencia energética en edificios e industrias.
Objetivos y reducción de emisiones
El PNIEC se enmarca dentro del compromiso de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en España para cumplir los objetivos europeos. Según el estudio, el objetivo es lograr una reducción importante del total de emisiones para 2030 en comparación con los niveles de 1990. La reducción de emisiones es el hilo conductor de todas las acciones propuestas, que abarcan distintos sectores de la economía.
El documento destaca que, aunque en los últimos años se han conseguido caídas importantes en sectores como la generación eléctrica –gracias al crecimiento de las renovables–, en otros, como el transporte y algunos procesos industriales, los avances aún son insuficientes y requerirán esfuerzos intensificados en el futuro.
Impulso a las energías renovables
Uno de los logros más notables es el crecimiento de la energía solar fotovoltaica, que ha registrado un ritmo de instalación muy superior al de años anteriores y se posiciona como una de las claves para alcanzar los objetivos de descarbonización. La generación eólica también tiene un papel importante, aunque el estudio señala que es poco probable que se alcance el nivel de capacidad previsto inicialmente, en parte debido a tramitaciones administrativas y desafíos técnicos.
El PNIEC prevé que la penetración de las energías renovables en el consumo total de energía se duplique en pocos años, lo que implica no solo aumentar la capacidad instalada, sino también mejorar la red de distribución y los mecanismos de integración al sistema eléctrico. Todo ello es fundamental para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones del sector eléctrico.
La importancia del almacenamiento
Con el auge de las energías renovables, surge el desafío de gestionar la intermitencia de la producción. El estudio subraya que el almacenamiento de energía –a través de tecnologías como las baterías y el bombeo hidráulico– es crucial para equilibrar la oferta y la demanda. Sin embargo, el despliegue del almacenamiento ha sido muy lento en comparación con el de la generación renovable.
Alcanzar los objetivos de capacidad de almacenamiento previstos en el PNIEC es un reto crítico, ya que sin una solución de almacenamiento adecuada, el aumento de la generación renovable podría llevar a vertidos de energía o a precios de mercado poco favorables.
Hidrógeno y biogases como herramientas de transición
El documento analiza el papel potencial del hidrógeno verde y los biogases en la sustitución de combustibles fósiles. El hidrógeno renovable, producido a partir de energía eléctrica limpia, promete ser un elemento transformador en la industria y el transporte, pero actualmente su capacidad instalada es mínima en comparación con los objetivos planteados. Se espera que en el mediano plazo se acelere su desarrollo, aunque la inversión en infraestructura y cambios regulatorios serán necesarios.
De igual forma, el estudio pone de relieve el papel del biogás y su transformación en biometano, aunque su impacto todavía es limitado. El reto consiste en ampliar la producción y la integración de estos combustibles en la red de gas natural para que contribuyan de forma significativa a la reducción de las emisiones.
Retos en los usos finales: transportes, industria y edificios
El sector del transporte supone otro reto importante. A pesar de que la electrificación de los vehículos avanza, las cifras actuales demuestran que alcanzar el ambicioso objetivo de contar con millones de vehículos electrificados para 2030 requiere cambios profundos en el mercado de automóviles y en los hábitos de movilidad.
En la industria, la descarbonización pasa tanto por la sustitución de combustibles fósiles en procesos productivos como por la electrificación de algunos procesos. El estudio muestra que, aunque se han logrado reducciones en algunos subsectores, todavía hay margen para avanzar, especialmente mediante la adopción de tecnologías que permitan una operación más limpia sin comprometer la competitividad.
En el sector de edificios, la eficiencia energética y la transición hacia sistemas de climatización eléctricos, como las bombas de calor, son fundamentales para disminuir el consumo de combustibles fósiles. La rehabilitación energética de viviendas y locales comerciales se plantea como uno de los objetivos que permitan reducir el consumo final de energía de manera significativa.
Conclusiones generales
El estudio concluye que, aunque España ha avanzado en la transición energética –destacándose la rápida integración de energías renovables y algunas caídas importantes en emisiones– persisten retos significativos en áreas esenciales como el almacenamiento, el despliegue del hidrógeno verde, la electrificación del transporte y la mejora en la eficiencia energética de la industria y los edificios.
Para cumplir con los objetivos del PNIEC, el país deberá mantener un esfuerzo continuo y coordinado en la modernización de infraestructuras, la simplificación de procedimientos administrativos y la implementación de nuevas políticas de apoyo que permitan acelerar la inversión y adopción de tecnologías limpias.
En resumen, el camino hacia una España descarbonizada es desafiante, pero el estudio proporciona una hoja de ruta clara y realista que, si se apoya en el compromiso político, la inversión y la cooperación entre los distintos agentes, permitirá avanzar significativamente hacia un futuro con emisiones netas muy reducidas.
1/🧵España ante el reto climático: Nuevo informe del Observatorio del PNIEC (junio 2025) sobre la transición energética. ¿Estamos en el buen camino? Aquí te lo cuento claro 👇
2/ España ha reducido emisiones un 7,6% en 2023, un buen dato, pero… para cumplir el objetivo 2030 necesitamos una bajada media del 4,5% cada año. El reto sigue.
3/ 🏭 La electricidad ha hecho los deberes: más renovables, menos emisiones. Pero ahora toca lo difícil: transporte, hogares e industria deben tomar el relevo.
4/ ☀️ La energía solar crece rápido y va camino del objetivo. 🌬️ La eólica avanza más lento. 🔋 Y el almacenamiento (bombeo y baterías) apenas despega: sin él, el sistema se atasca.
5/ 🚗 El transporte es el gran reto: El PNIEC aspira a 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030. Hoy apenas pasamos de 500.000. Hacen falta incentivos y red de carga realista.
6/ 🏘️ En hogares y edificios, las bombas de calor y la eficiencia energética son claves. Pero su despliegue avanza lento. Urge apoyar su implantación.
7/ 💧 El hidrógeno verde promete mucho, pero parte desde casi cero. Será útil sobre todo en industria y transporte pesado, si se dan las condiciones (coste y demanda).
8/ 🎯 En resumen: ✔️ Avances en renovables ⚠️ Retos en transporte, calor y almacenamiento ❗ Urge acelerar el paso y coordinar esfuerzos públicos y privados
9/ 🌍 La descarbonización es un objetivo de país. Este informe lo deja claro: no es solo energía, es economía, salud y futuro. Nos jugamos mucho.
Fuente: Rodríguez, D. (2025). “Observatorio para el seguimiento de indicadores del PNIEC: Estado actual y perspectivas de la descarbonización en España”. FEDEA, Estudios de Economía Española no. 2025-11, Madrid.
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