laboral, desempleo
La Comunidad de Madrid acaricia los 3,8 millones de afiliados el último día del mes pese a la ralentización de las contrataciones
03 mayo 2025.- Mayo es tradicionalmente un buen mes para el empleo, tanto en la Comunidad de Madrid como en el conjunto de España. Bajó en 7.923 (-2,7 %) personas respecto a abril y se sitúa en niveles desconocidos desde los inicios de la crisis económica del 2008. También es el mejor dato de los tres últimos mayos.
El desempleo ha bajado en ambos sexos, un -3,7% entre las mujeres y un -4,4% entre los hombres, y en todos los tramos de edad: menores de 30 años (-4,1%), de 30 a 54 años (-5,8%) y mayores de 55 (-1%). También se produce una reducción en todos los sectores de actividad: industria (-5,4%), servicios (-3,1%), construcción (-8%) y agricultura (-2,7%).
Los 281.309 parados actuales son, además, 11.738 menos que hace un año (-4,0 %). Y bajó más entre las mujeres que entre los hombres, aunque, paradójicamente, la brecha de género (59,5) creció 3 décimas. Eso sí, uno de cada cuatro consta como ocupado, lo que es señal de que hay muchos trabajos de mala calidad o mal remunerados. En porcentaje, bajó más entre los extranjeros (-4,6 /-5,2) que entre los nacionales. Como es habitual en nuestra región, 8 de cada 10 bajas fueron absorbidas por el sector servicios. El colectivo sin empleo anterior (o de larga duración) volvió a bajar ligeramente. 1 de cada 3 son mayores de 44, casi todas mujeres.
A nivel nacional, la región es responsable del 20,3% de los nuevos empleos, es decir, uno de cada cinco de los creados en España. Por otro lado, el número de autónomos madrileños ha aumentado en 7.293 (+1,7%) respecto al año anterior, y deja el total en 437.396 personas, la segunda cifra más alta de trabajadores por cuenta propia que ha habido desde que hay registros.
Afiliación
Otro dato sorprendente llega desde la afiliación a la Seguridad Social: el último día del mes, cuando normalmente se destruyen más empleos, superó en casi dos mil una afiliación media que cada vez se acerca más a los 3,8 millones. Subió en 13.104 respecto a abril y en 103.764 (+2,7) en el último año. Se trata de la cuarta subida seguida, un nuevo récord de la serie histórica y podría llevar a Madrid a superar esa cifra mágica al finalizar el primer semestre.
La región no se ve tan influida como otras por la estacionalidad del turismo y fueron las actividades administrativas y servicios auxiliares las que más afiliados aportaron (+3.300 en el último mes), seguidas de la administración pública (+2,200) y, en tercer lugar, la hostelería (+1.700). El empleo de hogar (94.258, casi todas mujeres) cayó por decimocuarto mes seguido.
Del total, 3.254.669 corresponden al Régimen General (85 %), aunque apenas un 54 % lo son indefinidos a tiempo completo. Fuerte subida, como también es tradicional en mayo, de los fijos discontinuos (116.434), que se sitúan en un número muy similar al del año pasado en esta fecha. Síntomas todos ellos de mayor parcialidad, temporalidad e inestabilidad laboral.
La brecha de género se mantiene estable en casi todas las modalidades de contratos, oscilando entre el 59 % del temporal a tiempo completo y el indefinido a tiempo parcial.
Contratos
Lo que siguen emitiendo señales de alerta son los contratos, porque las 170.235 nuevas contrataciones son un 4,4 % menos que en mayo del 2024 y en el un 5,3 menos en el acumulado de los cinco primeros meses del año. Y más aún teniendo en cuenta la fuerte subida de la temporalidad (54 % en mayo y 51,4 en 2025, casi un punto más que en abril).
Prestaciones
Las personas trabajadoras que reciben algún tipo de prestación (167.769) bajó en más de tres mil en el último mes, a pesar de que se registraron 36.279 nuevas altas. Las contributivas son dos de cada tres y la cuantía media subió otros 6 euros hasta los 1.047 (45 más que la media nacional).
“Los buenos datos tradicionales de mayo, batiéndose todos los registros de afiliación y reduciéndose el paro a mínimos históricos, no deben ocultar otras realidades. Si se cruzan los datos del SEPE y de la Seguridad Social, se observan síntomas de mayor parcialidad, temporalidad e inestabilidad laboral. También permiten intuir trabajos precarios y, ahí, quienes más lo sufren son los colectivos más vulnerables, como las mujeres y la población extranjera”, denuncia María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Como organización que defiende los derechos laborales de las personas trabajadoras, nos alegramos de los grandes números, pero también tenemos que analizar la letra pequeña, que refleja algunas tendencias negativas desde que comenzó el 2025. Pedimos un esfuerzo a las administraciones, pero sobre todo a los empresarios, que son los que contratan, para que aprovechen el momento y apuesten por un empleo más estable, de mayor calidad y con salarios más dignos”, explica la máxima dirigente regional de la USO.
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