medio ambiente, acidificación océanos
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El aumento de las temperaturas y la mayor acidificación pueden afectar el color del océano. Fotografía: Emilia Krupa/Getty Images |
La acidez del mar ha alcanzado niveles críticos, amenazando ecosistemas enteros, según estudio
09 junio 2025.- Un reciente estudio publicado por científicos del Plymouth Marine Laboratory (PML), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Cooperative Institute for Marine Ecosystem and Resources Studies (CIMERS) de la Universidad Estatal de Oregón ha revelado que la acidificación de los océanos está ocurriendo a un ritmo más acelerado de lo que se estimaba previamente.
Los hallazgos, publicados en “Ocean Acidification: Another Planetary Boundary Crossed” en la revista Global Change Biology hoy (9 de junio, que coincide con el primer día de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza ), destacan que la amenaza a los ecosistemas marinos en todo el mundo por la acidificación de los océanos es mucho más extensa de lo que se creía anteriormente.
Hallazgos principales del estudio
Los investigadores han analizado datos de pH oceánico recopilados durante décadas, concluyendo que la absorción de dióxido de carbono (CO₂) por los océanos ha provocado una disminución del pH del agua de mar a una velocidad 10 veces mayor que en cualquier otro momento de los últimos 300 millones de años. Este fenómeno se debe a la creciente emisión de gases de efecto invernadero, que han alterado la química oceánica y han generado impactos significativos en los ecosistemas marinos.
Utilizando las últimas mediciones físicas y químicas en la capa superior del océano, combinadas con modelos informáticos avanzados y estudios de la vida marina, el equipo de investigación ha concluido que:
- En 2020, la condición promedio de los océanos a nivel mundial ya estaba muy cerca de la “zona de peligro” de acidificación de los océanos y, en algunas regiones, la superaba.
- Al explorar a mayor profundidad en el océano (hasta unos 200 m bajo la superficie), se descubrió que alrededor del 60 % de estas aguas más profundas habían cruzado el límite, en comparación con el 40 % del agua superficial. Este aumento de la acidificación oceánica tiene importantes implicaciones para la supervivencia de muchas criaturas marinas, especialmente aquellas que construyen conchas o esqueletos a partir de carbonato de calcio.
- El daño ya se está notando: algunos arrecifes de coral tropicales y subtropicales han perdido el 43% de sus hábitats adecuados, las mariposas marinas (pterópodos, una especie clave en la red alimentaria) en las regiones polares han perdido hasta el 61% de su hábitat, y las especies de mariscos costeros han perdido el 13% de sus hábitats costeros globales en los que pueden sustentar sus procesos biológicos esenciales.
Con base en estos hallazgos, los científicos recomendaron revisar el límite de seguridad anterior, estableciendo que incluso un cambio del 10 % con respecto a los niveles preindustriales sería perjudicial para los ecosistemas oceánicos. Desafortunadamente, toda la superficie oceánica ya había superado este límite más estricto alrededor del año 2000.
Impacto en los ecosistemas marinos
La acidificación oceánica afecta especialmente a organismos calcificadores, como corales, moluscos y plancton, que dependen del carbonato de calcio para formar sus estructuras. Con un pH más bajo, la disponibilidad de este compuesto disminuye, dificultando la formación de conchas y esqueletos, lo que pone en riesgo la supervivencia de estas especies y altera la cadena alimentaria.
Además, el estudio advierte que la acidificación podría provocar perturbaciones en los ecosistemas marinos, afectando la reproducción y el crecimiento de diversas especies, así como la protección costera que brindan los arrecifes de coral.
Proyecciones y medidas necesarias
Los científicos estiman que, si las emisiones de CO₂ continúan al ritmo actual, la acidez oceánica podría duplicarse o triplicarse para el año 2100, con consecuencias irreversibles para la biodiversidad marina y la seguridad alimentaria. Para mitigar estos efectos, los expertos recomiendan reducir las emisiones de carbono, mejorar el monitoreo de la química oceánica y desarrollar estrategias de conservación de ecosistemas vulnerables.
Este estudio subraya la urgencia de abordar la acidificación oceánica como una de las principales amenazas ambientales del siglo XXI. La colaboración entre instituciones científicas como PML, NOAA y CIMERS es clave para comprender la magnitud del problema y desarrollar soluciones que protejan los océanos y sus ecosistemas.
Fuente: Helen S. Findlay, Richard A. Feely, Li-Qing Jiang, Greg Pelletier, Nina Bednaršek. Ocean Acidification: Another Planetary Boundary Crossed. https://doi.org/10.1111/gcb.70238
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