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El humo de los incendios forestales se hace más tóxico en la atmósfera |
02 junio 2025.- El humo de los incendios forestales, compuesto por una compleja mezcla de gases tóxicos y partículas finas (PM2.5), se ha reconocido como un agente que puede acarrear daños significativos a la salud humana y, en consecuencia, reducir la esperanza de vida.
Diversos estudios internacionales documentan que la exposición prolongada o aguda a este tipo de contaminación no solo afecta a quienes se encuentran en las inmediaciones del fuego, sino también a personas situadas a gran distancia de las llamas, debido a la dispersión atmosférica.
En un estudio publicado en la revista Science Advances, los investigadores descubrieron que el humo de los incendios forestales probablemente contribuyó a más de 52.000 muertes prematuras solo en California entre 2008 y 2018, con un impacto económico por las muertes de más de 430.000 millones de dólares.
Composición y mecanismos de daño
Los incendios forestales liberan en la atmósfera una mezcla de compuestos químicos y partículas ultrafinas, que incluyen monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y múltiples sustancias carcinogénicas, entre ellas hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Las partículas PM2.5, debido a su pequeño tamaño, son capaces de penetrar profundamente en los pulmones y, desde allí, ingresar al torrente sanguíneo, generando inflamación sistémica y estrés oxidativo. Esta situación favorece el desarrollo de patologías crónicas, tales como enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares, y alteraciones neurológicas, contribuyendo a una disminución en la calidad de vida y, a la larga, a una reducción en la esperanza vital de los afectados
Estudios recientes señalan que episodios intensos de contaminación derivados de incendios forestales pueden provocar incrementos en la mortalidad de corta y larga duración. Investigaciones publicadas en fuentes como National Geographic destacan que el humo inhalado puede ocasionar daños irreparables en órganos vitales, en particular, el cerebro y el sistema cardiovascular, situación que se traduce en años de vida potencialmente perdidos .
Además, informes de agencias medioambientales como la US EPA enfatizan que la exposición a altos niveles de PM2.5 se asocia con un mayor riesgo de infartos, arritmias y accidentes cerebrovasculares, contribuyendo así al deterioro gradual de la salud y acortamiento de la esperanza de vida
Impacto a largas distancias
Si bien la relación entre la cercanía a una fuente de fuego y el riesgo para la salud es evidente, estudios internacionales han demostrado que los incendios forestales pueden afectar a poblaciones distantes. Las corrientes de aire transportan las partículas tóxicas a largas distancias, lo que significa que incluso las zonas alejadas del epicentro del incendio pueden experimentar episodios de aire contaminado.
Según un artículo de Yahoo, en regiones como EE.UU. se han documentado casos en los que el humo, pese a leerse a niveles subterráneos, ha contribuido a un significativo deterioro de la calidad del aire en áreas urbanas y rurales, generando aumento de hospitalizaciones y, en casos extremos, muertes prematuras .
De igual modo, investigaciones de MundoSalud indican que la exposición intermitente y, en algunos casos, prolongada al humo de incendios forestales incrementa la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lo cual se traduce en un riesgo acumulativo para la salud pública
Conclusiones y recomendaciones
La evidencia científica actual es contundente: respirar el humo de incendios forestales puede reducir significativamente los años de vida mediante el agravamiento de condiciones respiratorias y cardiovasculares, además de inducir daños irreparables en otros sistemas orgánicos. Este riesgo se extiende más allá de las áreas inmediatas a los incendios, abarcando regiones lejanas donde, a través de la dispersión atmosférica, la contaminación se vuelve igualmente perjudicial.
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades implementen medidas de monitoreo continuo de la calidad del aire, alerten a la población en caso de episodios críticos y fomenten políticas medioambientales que reduzcan la incidencia y gravedad de los incendios forestales. Además, se recomienda a la población, especialmente a los grupos más vulnerables (niños, ancianos y personas con enfermedades preexistentes), adoptar medidas de protección personal y limitar la exposición en momentos de alta contaminación.
Estos hallazgos sugieren que la sociedad necesita invertir en la gestión forestal coordinada, la gestión de la interfaz urbano-forestal y la mitigación del cambio climático. Todo esto podría generar importantes beneficios para la salud pública al reducir la frecuencia y la gravedad de los incendios forestales y la exposición al humo. También necesitaremos invertir más para adaptarnos al aumento del humo, proporcionando zonas seguras en escuelas y otros edificios públicos.
Fuentes:
Yahoo, “Humo de incendios forestales por cambio climático causa miles de muertes en EE.UU.”.
National Geographic, “El humo de los incendios forestales puede ocasionar daños irreparables en el cerebro y el cuerpo”, 16 de agosto de 2023.
US EPA, “Cómo puede afectar la salud el humo de los incendios”, consultado en EPA en español. Mundo Salud, “Humo de incendios forestales: impacto en la salud y medidas de prevención”, 28 de septiembre de 2023.
Rachel Connolly et al. ,Mortality attributable to PM2.5 from wildland fires in California from 2008 to 2018.Sci. Adv.10,eadl1252(2024).DOI:10.1126/sciadv.adl1252
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