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Submer utiliza un líquido sintético no inflamable para enfriar, que parece aceite de bebé. Foto cortesía de Submer |
19 junio 2025.- La revolución en el sector de los centros de datos continúa con la innovadora propuesta de Daniel Pope, fundador de la startup Submer, con sede en Barcelona. Su visión consiste en sumergir los servidores en líquidos dieléctricos, una solución de enfriamiento por inmersión que promete transformar la eficiencia energética y la sostenibilidad de la infraestructura digital.
Cuando Daniel Pope planteó por primera vez la idea de sumergir los servidores en líquido como una forma energéticamente eficiente de enfriarlos hace unos años, su propuesta fue recibida con un escepticismo abrumador por parte de los fabricantes de equipos de centros de datos. Pero ahora, la startup de Pope, Submer, con sede en Barcelona, es un negocio multimillonario, que se asocia con gigantes tecnológicos como Intel Corp. y Dell Technologies Inc.
¿Qué es el enfriamiento por inmersión?
Mientras que los métodos tradicionales de enfriamiento en centros de datos utilizan aire acondicionado o refrigeración líquida mediante ventiladores y conductos, el enfoque propuesto por Pope consiste en sumergir directamente los componentes electrónicos en un líquido no conductor. Este líquido, diseñado específicamente para este fin, permite disipar el calor de manera más efectiva, reduciendo la necesidad de sistemas de climatización agresivos y, por ende, el consumo energético global del centro de datos.
El cambio de actitud refleja un desafío apremiante: descubrir cómo administrar los centros de datos con menos energía. Entre las posibles vías, la refrigeración líquida -un término general que incluye soluciones como la de Submer- probablemente ayudará a reducir la demanda de energía del centro de datos en más de un 10%, según Schneider Electric, una empresa líder en gestión de energía.
Ventajas energéticas y operativas
Una de las principales ventajas de esta tecnología es la reducción significativa del consumo de energía. Al eliminar la ineficiencia inherente a los sistemas de refrigeración basados en aire, los centros de datos pueden operar a mayores densidades de cómputo sin exponerse al riesgo de sobrecalentamiento. Además, al eliminar la dependencia de sistemas de enfriamiento que requieren grandes cantidades de agua, se contribuye a un enfoque más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Otra ventaja importante es la reducción de los costos operativos. El proceso de enfriamiento por inmersión permite alcanzar niveles más altos de eficiencia térmica, lo que se traduce en menores gastos en energía y mantenimiento. Esto no solo beneficia a las empresas que operan centros de datos, sino que también allana el camino para el crecimiento de la inteligencia artificial y otras aplicaciones de alta demanda de procesamiento, al facilitar la escalabilidad sin comprometer la seguridad térmica.
"Si bien el 10% puede no parecer mucho, considere el hecho de que un gran centro de datos de IA puede consumir más de 100 megavatios de energía, lo que equivale a unos 75,000 hogares estadounidenses", dice Steven Carlini, quien se especializa en soluciones de centros de datos en Schneider Electric. "A esta escala, reducir el uso de energía en un 10% es un progreso por el que entusiasmarse".
La puesta en marcha de la tecnología
Con su startup Submer, Daniel Pope ha llevado esta idea de laboratorio a una aplicación real y comercial. La empresa, con sede en Barcelona, se centra en diseñar, construir y gestionar centros de datos que utilizan esta tecnología de refrigeración por inmersión. La aproximación de Submer ha ganado reconocimiento internacional, posicionándose como pionera en la creación de infraestructuras digitales de última generación con un énfasis en la eficiencia y la sostenibilidad.
Los primeros despliegues de Submer ya están mostrando resultados prometedores. Al implementar soluciones de inmersión líquida, la startup ha logrado no solo mejorar la capacidad de enfriamiento de los centros de datos, sino también reducir de manera drástica el consumo energético y minimizar la huella ambiental de las operaciones. Empresas y grandes operadores del sector tecnológico están evaluando esta propuesta como la próxima frontera en la construcción de centros de datos, especialmente en un contexto donde la demanda de capacidad de procesamiento sigue en aumento.
Un paso hacia un futuro más sostenible
La visión de Daniel Pope y Submer se inserta en un contexto global en el que la eficiencia energética y la sostenibilidad son prioridades esenciales para la industria tecnológica. Con el cambio climático y la creciente demanda de datos como telón de fondo, soluciones como la refrigeración por inmersión ofrecen una respuesta directa a estos retos, permitiendo que las infraestructuras digitales crezcan de forma responsable y eficiente.
El surgimiento de esta tecnología marca el inicio de una nueva era en la gestión de centros de datos, una era en la que el enfriamiento eficiente y la sostenibilidad se convierten en los pilares fundamentales de la infraestructura digital del futuro. Mientras la industria continúa evolucionando, la innovación de Submer y la visión de Daniel Pope abren el camino hacia centros de datos que no solo respondan a las demandas actuales, sino que estén preparados para los desafíos tecnológicos y medioambientales del mañana.
Esta revolución líquida no solo redefine la eficiencia en el sector tecnológico, sino que también sienta las bases para una expansión sostenible que será crucial para el futuro de la computación a gran escala.
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