laboral, empleo, economía, jubilaciones
05 julio 2025.- Un estudio conjunto de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) advierte de que la incorporación más tardía de los jóvenes al mercado de trabajo elevará la edad efectiva de jubilación hasta los 71 años en 2065, si quieren mantener el nivel de vida previo a su retiro.
Proyección de la edad de jubilación
Los jóvenes que se incorporen a los 23–24 años (frente a los 18 de generaciones anteriores) acumularán 30 años de cotización en 2065.
Para compensar cotizaciones inferiores, deberán alargar su vida laboral hasta los 71 años, seis años más que la edad ordinaria actual de 65 años.
Además, la tasa de reemplazo —la proporción entre la primera pensión y el último salario— caerá 2 puntos porcentuales, e incluso hasta 10–20 puntos si se adoptan medidas de ajuste adicionales aplicadas en otros países.
Indicadores sociolaborales de los jóvenes (16–29 años)
1. Tasa de ocupación
En 2007, el 58,7 % de la población de 16–29 años estaba ocupada.
En 2024, esta tasa se situó en apenas el 43,2 %, 15 puntos menos, lo que retrasa el inicio de carreras contributivas suficientemente largas.
2. Temporalidad y parcialidad
El empleo juvenil presenta una temporalidad cercana al 28 % y una parcialidad alrededor del 18,5 %, niveles que duplican o triplican los de la media nacional y dificultan la estabilidad de cotización necesaria para una pensión completa.
3. Ganancias y poder adquisitivo
El salario medio anual de los hogares jóvenes (16–29 años) se sitúa en 24.300 €, un 42 % inferior al de la media de todos los hogares, lo que limita su capacidad de ahorro y cotización.
4. Tasa de actividad y paro
La tasa de actividad de este grupo ronda el 57 %, reflejando un elevado porcentaje de inactivos que ni estudian ni trabajan.
La tasa de desempleo juvenil supera el 20 %, multiplicando por dos la tasa de paro global y prolongando los periodos sin cotizaciones.
Conclusiones y retos
El retraso en el acceso al empleo estable y bien remunerado amenaza la suficiencia de las futuras pensiones. A fin de mitigar el alargamiento de la vida laboral hasta los 71 años, se hace imprescindible:
Fomentar la reducción de la temporalidad y parcialidad con incentivos a contratos indefinidos y a jornada completa.
Impulsar políticas de empleo juvenil que acorten el vacío entre estudios y primer empleo.
Revisar reformas de pensiones para compatibilizar sostenibilidad financiera y una tasa de reemplazo digna.
Con estas medidas, se podría restablecer la trayectoria contributiva de los jóvenes y asegurar una jubilación acorde a sus expectativas de vida y nivel de ingresos.
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