cemento frío, hormigón
Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo tipo de cemento con propiedades altamente reflectantes que podría revolucionar la forma en que se construyen infraestructuras urbanas en climas cálidos. El material, apodado “cemento superfrío”, ha sido presentado en la revista Science Advances como una solución eficaz para mitigar el efecto isla de calor en ciudades.
25 agosto 2025.- ¿Alguna vez has temido aventurarte en la ciudad en un caluroso día de verano? Las aceras y edificios de hormigón prácticamente exudan calor, lo que requiere acondicionadores de aire extra potentes en el interior y contribuyen a una "cúpula de calor urbano" en el exterior. El calentamiento del clima está programado para empeorar aún más estos efectos.
¿Qué es el cemento superfrío?
Este nuevo compuesto se basa en una formulación de cemento Portland modificada con una estructura microscópica que refleja más del 95% de la radiación solar incidente. Gracias a esta capacidad, el material puede mantenerse hasta 16 °C más frío que el cemento convencional bajo exposición directa al sol, e incluso por debajo de la temperatura ambiente.
Aplicaciones urbanas
El cemento superfrío está diseñado para su uso en pavimentos, fachadas y cubiertas de edificios, especialmente en zonas urbanas densas donde el calor acumulado por superficies oscuras y materiales tradicionales contribuye al aumento de temperaturas locales. Su implementación podría:
🌡️ Reducir la temperatura superficial de calles y plazas
🏠 Disminuir la demanda energética en edificios
🌍 Contribuir a la lucha contra el cambio climático urbano
Tecnología y sostenibilidad
Los investigadores pueden haber encontrado una solución: un cemento especial, un ingrediente clave del hormigón, que se mantiene fresco. Primero, crearon partículas de un milímetro de espesor a partir de calcio, aluminio, silicio y azufre que reaccionan con el agua para formar la estructura del cemento. Luego, usaron presión para ensamblar las partículas en una matriz que dispersa la luz ultravioleta en lugar de absorberla.
Para probar su cemento refrigerante, los investigadores colocaron una losa en un techo durante un día, y descubrieron que se mantenía fría incluso a las temperaturas más cálidas. Otro panel se dejó afuera durante un año y experimentó una degradación mínima.
En el laboratorio, el cemento también resistió la congelación y descongelación, los líquidos corrosivos y la radiación UV extra fuerte. Dado que el cemento se seca en tan solo 10 minutos, los autores proponen que podría aplicarse a superficies de construcción existentes, incluidos hormigón, metales y baldosas de cerámica.
El equipo realizó un modelado en profundidad de cómo se podría usar el cemento de enfriamiento en siete ciudades de todo el mundo para ayudar a lograr emisiones netas de carbono cero o negativas para los edificios al reducir la alta demanda de energía de los acondicionadores de aire.
"Este avance tiene el potencial de convertir la industria del cemento pesado en un sistema de emisiones de carbono negativo, donde el cemento superfrío podría desempeñar un papel clave en el impulso de un futuro energéticamente eficiente y libre de carbono para la industria de la construcción", escriben los autores, señalando que el cemento es la sustancia sintética más utilizada en el mundo. Y los arquitectos no deben preocuparse: el cemento refrescante se puede teñir de colores divertidos y aún así mantener su frío.
Los investigadores destacan que este avance puede tener un impacto significativo en regiones afectadas por olas de calor extremas, como el sur de Europa, Oriente Medio o América Latina. También podría integrarse en políticas de urbanismo sostenible y diseño climático adaptativo.
Este descubrimiento representa un paso importante hacia la construcción de ciudades más resilientes, eficientes y habitables en un contexto de calentamiento global. El cemento superfrío no solo refleja el sol: también refleja el futuro de la innovación climática.
Fuente: Guo Lu et al. Scalable metasurface-enhanced supercool cement. Sci. Adv.11, eadv2820(2025). DOI:10.1126/sciadv.adv2820

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