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| La tablilla cuneiforme con el himno recién descubierto. Crédito: Anmar A. Fadhil, Departamento de Arqueología, Universidad de Bagdad. |
El profesor Enrique Jiménez de la LMU descubrió un himno de alabanza hasta ahora desconocido, que data de alrededor del año 1000 a. C., y utilizó inteligencia artificial para identificar 30 manuscritos relacionados.
31 octubre 2025.- Durante un proyecto conjunto con la Universidad de Bagdad, el profesor Enrique Jiménez de la LMU descubrió un texto que había permanecido perdido durante un milenio. «Es un himno fascinante que describe Babilonia en toda su majestad y ofrece una visión de la vida de sus habitantes, tanto hombres como mujeres», explica.
Babilonia, fundada en Mesopotamia alrededor del año 2000 a. C., fue en su momento la ciudad más grande del mundo y un floreciente centro de cultura y saber. Muchas obras que allí se originaron siguen siendo pilares de la tradición literaria de la humanidad.
Los babilonios escribieron sus textos en escritura cuneiforme sobre tablillas de arcilla, de las cuales la mayoría solo se conservan fragmentarias. Uno de los objetivos de la colaboración con la Universidad de Bagdad es estudiar y preservar cientos de estas tablillas de la renombrada Biblioteca de Sippar. Según la leyenda, Noé las escondió en esta biblioteca para protegerlas del diluvio antes de partir en el arca.
Mediante la plataforma «Biblioteca Electrónica Babilónica», Jiménez trabaja para digitalizar todos los fragmentos cuneiformes conocidos del mundo. El proyecto utiliza inteligencia artificial para identificar y reconstruir fragmentos que pertenecen al mismo texto.
“Utilizando nuestra plataforma con apoyo de IA, logramos identificar otros 30 manuscritos que pertenecen al himno redescubierto, un proceso que anteriormente habría tardado décadas”, afirma Jiménez, profesor de Literaturas del Antiguo Cercano Oriente en el Instituto de Asiriología de la LMU.
Con el descubrimiento de estos manuscritos adicionales, los investigadores pudieron reconstruir las secciones que faltaban y descifrar por completo el antiguo himno de alabanza.
“Los niños copiaban el himno en la escuela. Es inusual que un texto tan popular en su época fuera desconocido para nosotros hasta ahora”, afirma Enrique Jiménez, profesor de Literaturas del Antiguo Cercano Oriente en el Instituto de Asiriología de la LMU.
El himno ofrece nuevas perspectivas sobre la sociedad urbana babilónica.
Estas numerosas copias adicionales sugieren que el texto era muy conocido en aquella época. «Los niños copiaban el himno en la escuela. Es inusual que un texto tan popular en su tiempo fuera desconocido para nosotros hasta ahora». El himno data, presumiblemente, de principios del primer milenio antes de Cristo y consta de 250 versos.
“Fue escrito por un babilonio que quería alabar su ciudad. El autor describe los edificios de la ciudad, pero también cómo las aguas del Éufrates traen la primavera y reverdecen los campos. Esto resulta aún más espectacular dado que la literatura mesopotámica que ha sobrevivido es parca en sus descripciones de fenómenos naturales”, observa Enrique Jiménez.
La información sobre las mujeres de Babilonia, su papel como sacerdotisas y las tareas asociadas a él, ha asombrado a los expertos, ya que no se conocían textos que describieran estos aspectos. Además, los himnos ofrecen información valiosa sobre la convivencia en la sociedad urbana. Por ejemplo, se describe a los habitantes como respetuosos con los extranjeros.
Las ruinas de la antigua ciudad de Babilonia se encuentran a unos 85 kilómetros al sur de Bagdad, la capital iraquí. Son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Fragmento del himno recién descubierto
Los siguientes versos pertenecen al himno recientemente descubierto. Describen el río Éufrates, en cuyas orillas se encontraba Babilonia en aquel entonces:
El Éufrates es su río –establecido por el sabio señor Nudimmud–.
Apaga la pradera, satura el cañaveral,
vierte sus aguas en la laguna y el mar,
sus campos rebosan de hierbas y flores,
sus prados, en brillante floración, brotan cebada,
de la cual, recogidas, se apilan gavillas,
rebaños y manadas descansan en verdes praderas,
riqueza y esplendor –lo que corresponde a la humanidad–
son otorgados, multiplicados y concedidos con regia generosidad.
Fuente: “Literary texts from the Sippar Library V: A hymn in praise of Babylon and the Babylonians” by Anmar A. Fadhil and Enrique Jiménez, 17 March 2025, IRAQ. DOI: 10.1017/irq.2024.23

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