economía, IPC
15 octubre 2025.- El Índice de Precios de Consumo (IPC) en España escaló hasta el 3,0% interanual en septiembre de 2025, según el dato definitivo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento de la inflación es una décima superior a la cifra avanzada previamente (2,9%) y representa un repunte respecto al mes de agosto (2,7%).
La subida se debe, principalmente, al encarecimiento de la electricidad y los carburantes, que han tenido un comportamiento más inflacionista que en el mismo mes del año anterior.
La tasa del 3,0% sitúa al IPC general en niveles de febrero del mismo año, volviendo a generar preocupación sobre la capacidad adquisitiva de los hogares, especialmente en los elementos más esenciales.
Los motores de la inflación en septiembre
El principal factor detrás del repunte inflacionario es la dinámica de los precios energéticos.
Electricidad y Carburantes: La subida se explica porque los precios de la energía (principalmente luz y gasolinas) bajaron menos en septiembre de 2025 de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2024. Esto genera un efecto base que empuja la tasa de variación anual al alza.
Inflación Subyacente: Por su parte, la inflación subyacente (que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos por ser más volátiles) se mantuvo en el 2,4% interanual. Este dato también es una décima superior a la previsión inicial y se sitúa seis décimas por debajo del IPC general. El mantenimiento de la inflación subyacente en niveles significativos indica que las presiones inflacionistas ya no se limitan a la energía, sino que están extendidas a otros bienes y servicios de la economía.
Evolución del IPC en 2025 (Enero - Septiembre)
La evolución de la inflación en España durante los nueve primeros meses de 2025 muestra una tendencia volátil, aunque con la inflación subyacente manteniendo una senda de relativa moderación respecto a sus picos anteriores.
(Datos de la Inflación Subyacente para los meses de marzo a julio no están detallados en los datos de la tabla INE citada, por lo que se utiliza el dato disponible para agosto y el definitivo de septiembre para trazar la tendencia).
Inicio de Año (Enero-Febrero): La inflación comenzó el año con un repunte, alcanzando el 3,0% en febrero, impulsada en parte por los efectos base del comienzo del año anterior.
Moderación (Marzo-Mayo): Se experimentó una fuerte desaceleración en primavera, llegando al mínimo del año en mayo (2,0%), un alivio en gran medida atribuible a la moderación de los costes energéticos y el efecto de las bajadas de precios de la electricidad en 2024.
Rebote de Verano (Junio-Septiembre): Desde junio, la tendencia se revierte y el IPC ha ido escalando progresivamente, situándose en 2,7% en julio y agosto, hasta el 3,0% de septiembre. Este repunte más reciente es un recordatorio de la persistencia de la inflación, que se resiste a descender de forma estable hacia el objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
Implicaciones económicas
El incremento del IPC al 3,0% tiene varias consecuencias económicas:
Política Monetaria: El BCE probablemente mantendrá la cautela. Si bien la inflación de la eurozona se ha mantenido en el objetivo del 2% en los meses de verano, el repunte en países clave como España puede influir en las decisiones futuras sobre los tipos de interés.
Poder Adquisitivo: El aumento del coste de la vida, especialmente en elementos básicos como la energía y los carburantes, reduce el poder de compra de los salarios y pensiones, afectando la renta disponible de las familias.
Negociación Salarial: El IPC es un dato clave en las negociaciones salariales y la revalorización de las pensiones. Un IPC al 3,0% ejercerá presión para que las subidas salariales se acerquen a esta cifra para evitar pérdidas de poder adquisitivo.

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