economía, pensiones
06 octubre 2025.- El sistema de pensiones español se caracteriza por una marcada heterogeneidad territorial en las prestaciones medias, resultado directo de los distintos modelos productivos y las bases de cotización históricas de cada región. Los avances estadísticos de la Seguridad Social a septiembre de 2025 permiten perfilar este mapa de disparidades.
Las regiones del País Vasco y el Principado de Asturias se destacan con las pensiones medias más altas del país. En septiembre de 2025, el País Vasco registró una pensión media de 1.837,24 euros, y Asturias alcanzó los 1.777,17 euros.
En el extremo opuesto, las comunidades autónomas cuya estructura productiva se ha basado históricamente en sectores con bases de cotización más bajas, como el agrario, los servicios de menor cualificación o el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), presentan las pensiones medias más modestas. Extremadura, por ejemplo, registró una pensión media de 1.276,52 euros.
El liderazgo de País Vasco y Asturias en cuantía de pensiones es un hecho que subraya que la cuantía de la prestación depende fuertemente de la trayectoria de cotización completada. No obstante, esta alta cuantía en regiones con demografías envejecidas y reestructuradas industrialmente implica que su financiación interna no es suficiente, intensificando la necesidad de la solidaridad interterritorial para mantener la caja única del sistema de reparto.
El Mapa de los Salarios Medios Brutos (SME 2023)
Los salarios medios, analizados a través del Salario Medio Estimado (SME) anual de 2023
La Comunidad de Madrid lidera indiscutiblemente la clasificación, con un SME anual de 37.058 euros.
Por el contrario, las comunidades autónomas con los salarios medios más bajos son Extremadura (26.053 euros), Canarias (26.885 euros), y la Región de Murcia (27.270 euros).
La marcada divergencia entre los ingresos laborales actuales y las rentas de jubilación del pasado crea una dicotomía importante. Mientras que los centros industriales del norte conservan un alto nivel de vida basado en las pensiones históricas, los centros financieros y de servicios (Madrid, Cataluña) son los que actualmente aportan las bases de cotización más robustas. La relativa posición salarial de Asturias (cercana a la media, pero lejos de los líderes) en contraste con su posición en el ranking de pensiones (segundo más alto) indica una ralentización o menor competitividad salarial en su mercado laboral actual comparado con el nivel de riqueza que generaron las cotizaciones de sus jubilados. Esta situación presiona la sostenibilidad regional de la pensión y acentúa la dependencia del mecanismo de solidaridad
Análisis de la brecha regional: Salarios vs. Pensiones
La relación entre el nivel de las pensiones y el de los salarios dentro de cada comunidad autónoma (CA) es un indicador potente de la evolución de la economía regional y de la presión financiera que el sistema de reparto ejerce sobre el mercado laboral local.
Para obtener una métrica comparable, se proyecta la Pensión Media Mensual de septiembre de 2025 a 14 pagas para contrastarla con el SME Anual de 2023. El resultado, expresado como porcentaje, muestra la proporción de la renta laboral media que es reemplazada por la pensión media.
El análisis de la ratio Pensión/Salario (P/S) revela patrones económicos históricos. El Principado de Asturias, con un ratio del 80.94%, muestra un caso de anclaje histórico significativo. Esta cifra implica que la pensión media se acerca notablemente al salario medio actual de la región. El factor subyacente de este alto ratio no es un éxito reciente del mercado laboral, sino el resultado directo de la combinación de pensiones generadas en un pasado de bases de cotización muy altas (la era industrial y minera) y un crecimiento salarial contemporáneo menos dinámico en comparación con otros centros de servicios.
En contraste, las comunidades con los salarios más altos, como Madrid (SME: 37.058 €) y Cataluña (SME: 33.309 €)
La demografía es el motor principal de la solidaridad territorial del sistema.
Situación actual y proyecciones de la Ratio Nacional (2025)
El Ratio Cotizante/Pensionista nacional se ha deteriorado significativamente a lo largo de las últimas décadas. En los años setenta, el sistema funcionaba con una relación de 4 trabajadores activos por cada pensionista. Actualmente, este ratio se sitúa en 2.6 a 1.
Sin embargo, las proyecciones demográficas anticipan una caída estructural del ratio en las próximas décadas, debido a la jubilación de la generación del baby boom y el aumento de la esperanza de vida. Se estima que el ratio descenderá drásticamente, situándose cerca de 1.5 a 1 e incluso 1.2 a 1.
Este descenso proyectado tiene consecuencias estructurales. En un sistema de reparto (PAYG), la ecuación fundamental es que los ingresos por cotizaciones deben ser iguales a los gastos en prestaciones. Si el número de cotizantes por pensionista disminuye manteniendo la tasa de reemplazo constante, el tipo de cotización efectivo requerido para equilibrar las cuentas aumentaría a niveles inviables para el mercado laboral. La proyección hacia 1.2:1 representa, por lo tanto, una crisis estructural del modelo de financiación actual, y confirma la necesidad de buscar fuentes de ingresos alternativas al salario.
La presión demográfica se valida también a través de la Tasa de Dependencia de personas mayores de 65 años, que se proyecta al 47.9% para el período 2022-2050, según el Informe de Envejecimiento de la Comisión Europea.
Desequilibrios territoriales en la Ratio Cotizante/Pensionista
El desequilibrio demográfico no afecta a todas las comunidades autónomas por igual. La presión es mucho más intensa en las regiones con poblaciones más envejecidas y menores tasas de natalidad o inmigración laboral.
Los datos indican que más de un tercio de las autonomías tiene actualmente menos de dos afiliados por cada pensionista.
Esta geografía de la dependencia refuerza la función esencial de la solidaridad territorial del sistema de caja única.
El Umbral Crítico: ¿cuántos trabajadores son necesarios?
La pregunta sobre el número exacto de trabajadores necesarios por pensionista no tiene una respuesta única en términos demográficos, sino que se define en función del equilibrio financiero y la calidad de las cotizaciones. En el contexto de un sistema de reparto, el requerimiento no es solo de cantidad de cotizantes, sino de su capacidad de recaudación (bases de cotización).
Si el ratio demográfico se dirige hacia el 1.2:1 o 1.5:1
Además de aumentar los ingresos, se han impulsado medidas para contener el gasto. La ampliación del período de cálculo para la pensión y los incentivos al retraso de la edad de jubilación son instrumentos cruciales. Las estimaciones gubernamentales sugieren que cada año que se amplía el periodo de cálculo para obtener la pensión se logra una reducción del gasto del 0.2 puntos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB).
Conclusiones
El análisis comparativo de pensiones y salarios en España revela un sistema de rentas con dos patrones de divergencia claramente definidos, ambos cruciales para la sostenibilidad futura. En primer lugar, existe una divergencia de renta histórica, donde las regiones industriales del Norte (País Vasco, Asturias) disfrutan de las pensiones medias más altas debido a bases de cotización históricas muy robustas.
En segundo lugar, se mantiene una divergencia de renta actual, con los salarios más elevados concentrados en los centros de servicios y corporativos (Madrid, Cataluña).
Esta estructura implica una menor tasa de reemplazo implícita para los trabajadores de salarios más altos en Madrid y Cataluña, donde la pensión máxima limita la capacidad del sistema para compensar íntegramente los ingresos por encima de la base máxima.
El desafío demográfico que enfrenta España es ineludible. La proyección del Ratio Cotizante/Pensionista, cayendo de 2.6:1 a un umbral crítico de 1.2:1 a 1.5:1 en las próximas décadas
Este colapso demográfico proyectado hace que las reformas enfocadas en los ingresos sean vitales. El aumento de las bases máximas y la implementación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)
Además, la brecha de género regional, especialmente notable en el Norte
Autor: La Crónica del Henares



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