ALCINE, "Black Dog", alcalá de henares
"Black Dog" nos sitúa en un momento y lugar muy específicos: el noroeste de China en 2008, en los días previos a los Juegos Olímpicos de Pekín. Mientras el país se prepara para mostrar su cara más moderna y brillante al mundo, en las zonas rurales e industriales decadentes, la realidad es muy distinta.
La historia sigue a Lang (interpretado por una estrella transformada, Eddie Peng), un exconvicto taciturno que regresa a su ciudad natal al borde del desierto de Gobi. El pueblo se está vaciando y transformando, y las autoridades han iniciado una campaña agresiva para eliminar a los perros callejeros antes de la llegada de la antorcha olímpica.
Necesitado de dinero, Lang se une a la patrulla encargada de capturar a estos animales. Su objetivo principal es un perro negro, un galgo escuálido y supuestamente rabioso por el que ofrecen una recompensa. Sin embargo, lo que comienza como una cacería se transforma en una inesperada alianza entre dos marginados.
Reseña: El hombre y la bestia como espejos
Lo nuevo de Guan Hu (conocido por la superproducción bélica The Eight Hundred) es un giro hacia un cine más íntimo, atmosférico y casi carente de diálogo. La película funciona como una metáfora potente sobre aquellos que la sociedad decide dejar atrás en su carrera hacia el "progreso".
1. La atmósfera y la cinematografía: La película es visualmente impactante. Guan Hu utiliza planos generales inmensos para mostrar la pequeñez de sus personajes frente a paisajes industriales en ruinas y la vastedad del desierto. La paleta de colores es polvorienta y fría, lo que acentúa la sensación de soledad. Hay una estética que recuerda al western clásico y al cine negro, donde el antihéroe busca su lugar en un mundo sin ley.
2. La actuación de Eddie Peng: Peng, conocido por roles de acción más convencionales, ofrece aquí una interpretación contenida y física. Apenas habla. Todo su dolor, su pasado violento y su anhelo de conexión se transmiten a través de su postura y su mirada.
3. El perro (Xin): Es imposible no mencionar al coprotagonista canino (que de hecho ganó el Gran Premio del Jurado de la Palm Dog en Cannes). La química entre Lang y el perro negro no cae en el sentimentalismo estilo Disney. Es una relación áspera, basada en el reconocimiento mutuo de dos almas heridas y desconfiadas que aprenden a sobrevivir juntas.
4. Contexto sociopolítico: La película utiliza el telón de fondo de los Juegos Olímpicos de 2008 de manera brillante. Mientras la radio y la televisión bombardean con mensajes de unidad y gloria nacional, Lang y sus vecinos viven en un entorno que está siendo literalmente demolido. Es una crítica sutil pero mordaz a la modernización forzada.
"Black Dog" no es una película de ritmo rápido. Es un drama de combustión lenta (slow burn) que recompensa la paciencia del espectador con momentos de profunda humanidad y belleza visual.
Es una historia sobre la redención, no a través del éxito social, sino a través de la conexión con otro ser vivo. Guan Hu ha logrado una obra melancólica y poderosa que nos recuerda que, a veces, la única forma de encontrar la libertad es soltar la correa y correr hacia lo desconocido.
Valoración: ⭐⭐⭐⭐ (4/5) Recomendada para: Amantes del cine asiático de autor, seguidores de historias de redención y quienes disfruten de una fotografía espectacular y narrativas visuales potentes.

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