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Un estudio liderado por el instituto IMDEA Alimentación revela que el desequilibrio en el ecosistema bacteriano intestinal determina la gravedad y continuidad de la enfermedad en pacientes que no responden al tratamiento dietético estándar.
07 diciembre 2025.- La Comunidad de Madrid, a través de un equipo de investigadores del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) Alimentación, ha logrado un avance significativo en la comprensión de la enfermedad celíaca. El estudio ha detectado las causas biológicas que explican por qué un porcentaje considerable de pacientes celiacos continúa sufriendo síntomas y daño intestinal a pesar de seguir una dieta estricta sin gluten.
La investigación concluye que existe una asociación directa entre las alteraciones del ecosistema intestinal (disbiosis) y la persistencia de la sintomatología, abriendo la puerta a nuevas terapias personalizadas más allá de la restricción alimentaria.
El problema: pacientes que no mejoran
Hasta ahora, el único tratamiento efectivo para la enfermedad celíaca era la eliminación total del gluten. Sin embargo, se estima que un grupo relevante de pacientes, conocidos como "no respondedores", no logra recuperar su salud intestinal ni eliminar los síntomas clínicos pese a su adherencia a la dieta.
El equipo de IMDEA ha centrado sus esfuerzos en comparar la microbiota de tres grupos distintos:
Personas sanas.
Celiacos con la enfermedad controlada.
Celiacos con síntomas persistentes y atrofia vellositaria activa.
Hallazgos principales: una "huella microbiana" distinta
Los resultados del estudio muestran que los pacientes con síntomas persistentes presentan un perfil bacteriano claramente diferenciado, caracterizado por un ambiente intestinal más inflamatorio.
Reducción de bacterias protectoras: Se ha observado una disminución drástica de bacterias productoras de butirato, una molécula esencial para la salud del epitelio intestinal y la regulación del sistema inmune.
Aumento de bacterias pro-inflamatorias: En contraposición, estos pacientes presentan una mayor abundancia de bacterias que favorecen la inflamación y la permeabilidad intestinal.
El dato clave: No es solo la presencia de gluten lo que daña al paciente, sino un ecosistema bacteriano alterado que perpetúa la inflamación e impide la regeneración de las vellosidades intestinales.
Hacia un tratamiento personalizado
Este descubrimiento supone un cambio de paradigma en el abordaje clínico de la celiaquía en la Comunidad de Madrid. El estudio sugiere que la dieta sin gluten, por sí sola, podría ser insuficiente para restablecer el equilibrio en pacientes con una disbiosis severa.
Los investigadores de IMDEA proponen que el futuro del tratamiento para estos casos complejos debe incluir estrategias de modulación de la microbiota, tales como:
El uso de probióticos específicos.
Intervenciones dietéticas dirigidas a fomentar la producción de butirato.
Terapias personalizadas basadas en el perfil bacteriano de cada paciente.
Dado que la investigación del IMDEA señala que la falta de butirato es clave en la persistencia de los síntomas, la estrategia nutricional no consiste en "comer butirato" directamente (aunque se encuentra en pequeñas cantidades en la mantequilla o el ghee), sino en alimentar a las bacterias que lo producen.
Para un paciente celiaco, el objetivo es consumir prebióticos (fibra fermentable) que sean estrictamente sin gluten. Aquí tienes una guía de los mejores alimentos para potenciar la producción de esta molécula antiinflamatoria, organizada para facilitar su lectura:
1. La Clave: El Almidón Resistente
El almidón resistente es el "alimento favorito" de las bacterias productoras de butirato. Lo interesante es que no se digiere en el estómago, sino que llega intacto al colon para ser fermentado.
Tubérculos "cocinados y enfriados": La patata, el boniato o la yuca.
El truco culinario: Debes cocerlos y dejarlos enfriar en la nevera durante al menos 24 horas. Al enfriarse, su estructura molecular cambia (retrogradación) y se convierte en almidón resistente. Puedes recalentarlos suavemente después, pero no a temperaturas muy altas.
Arroz blanco enfriado: Mismo proceso que la patata. Cocinar, refrigerar y consumir tibio.
Plátano verde o plátano macho: Deben consumirse cuando aún no están maduros (cuando la piel está verde). Se puede usar harina de plátano verde o cocinar el plátano macho como guarnición.
2. Fuentes de Inulina y FOS (Fructooligosacáridos)
Estas fibras solubles son fermentadas rápidamente por la microbiota.
Ajo, cebolla y puerro: Son muy ricos en inulina.
Espárragos y alcachofas: Excelentes fuentes de fibra prebiótica.
Achicoria: La raíz de achicoria es una de las fuentes más potentes (a menudo se usa como sustituto del café).
3. Pectinas y Mucílagos
Manzanas y peras: Especialmente si se consumen con piel (bien lavadas) o asadas. La pectina es un reparador natural de la mucosa.
Zanahorias cocidas: Muy suaves para intestinos irritados y ricas en fibra fermentable.
Semillas de lino y chía: Al hidratarse sueltan un gel (mucílago) que es muy beneficioso para el tránsito y la microbiota.
4. Legumbres (Con precaución)
Las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias) son grandes productoras de butirato, pero pueden causar gases en personas con el intestino dañado.
Consejo: Empezar con cantidades muy pequeñas, trituradas (en hummus o purés) y siempre bien cocidas.
Resumen visual de la estrategia dietética
| Tipo de Alimento | Ejemplos (Sin Gluten) | Función Principal |
| Almidón Resistente | Patata/Arroz (fríos), Plátano verde | Mayor producción de butirato. |
| Fibra Soluble | Manzana, Zanahoria, Cítricos | Suavizan las heces y nutren bacterias. |
| Inulina | Ajo, Cebolla, Espárragos | Estimulan crecimiento de flora beneficiosa. |
| Polifenoles | Arándanos, Té verde, Cacao puro | Actúan como prebióticos y antioxidantes. |
Importante: La regla de la tolerancia
Si un paciente celiaco tiene disbiosis (alteración de la flora), es posible que al introducir mucha fibra de golpe sufra hinchazón o gases.
Recomendación: La introducción de estos alimentos debe ser muy gradual. Empezar, por ejemplo, con una cucharada de arroz enfriado o zanahoria cocida e ir aumentando según tolerancia.
Menú "Pro-Butirato" para un día (Sin Gluten)
Este menú está diseñado para ser antiinflamatorio. Recuerda el truco principal: preparación anticipada (cocinar y enfriar) para generar el almidón resistente.
🌅 Desayuno: El Potenciador de Mucílagos
El objetivo es aportar fibra suave y mucílagos que recubran y protejan la pared intestinal.
Bol de Kéfir o Yogur Natural (Fuente de probióticos).
Toppings:
1 cucharada de semillas de lino o chía molidas (hidratadas previamente 10 min para que suelten el gel/mucílago).
Plátano no muy maduro (con puntas verdosas) en rodajas. Aporta almidón resistente tipo 2.
Un puñado de arándanos (polifenoles antiinflamatorios).
🍏 Media Mañana: Pectina Reparadora
Manzana con piel: Bien lavada. La piel contiene pectina, vital para las bacterias del colon.
Opción para intestino sensible: Manzana asada al horno o microondas (la pectina se vuelve más digerible).
3-4 nueces (Omega-3).
🥗 Comida: La Estrella del Almidón Resistente
Aquí aplicamos la técnica de "retrogradación" (cocinar, enfriar y consumir).
Plato Principal: Ensalada tibia de patata prebiótica.
Preparación: Patatas cocidas el día anterior, refrigeradas 24h y sacadas de la nevera un rato antes (o templadas muy suavemente).
Añadir: Zanahoria cocida, aceitunas y un poco de cebolla morada picada muy fina (fuente de inulina/quercetina).
Proteína: Filete de salmón a la plancha o al horno (grasas antiinflamatorias).
Aderezo: Aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre de manzana (mejora la respuesta glucémica).
🍫 Merienda: Polifenoles
2 onzas de chocolate negro (mínimo 85% cacao). El cacao puro actúa como prebiótico aumentando las Bifidobacterias.
Infusión de té verde o rooibos.
🌙 Cena: Ligera y rica en Inulina
Buscamos alimentos fáciles de digerir antes de dormir, pero ricos en "comida" para las bacterias.
Crema de Puerros y Calabacín.
El puerro es una de las mejores fuentes de inulina y FOS. Nota: No usar nata ni espesantes con gluten.
Tortilla francesa de 1 o 2 huevos con espinacas baby.
Postre (Opcional): Un kiwi (excelente para la regulación intestinal).
📝 Notas importantes para este menú
La Regla de Oro del Calentamiento: Para la comida, si no te gusta la patata fría, puedes calentarla, pero nunca a temperaturas muy altas ni humeantes, ya que romperías el almidón resistente que hemos creado en la nevera. Debe estar simplemente "templada".
Hidratación: Al aumentar la ingesta de fibra prebiótica, es obligatorio beber más agua de lo habitual (mínimo 2 litros) para evitar obstrucciones o estreñimiento.
Personalización: Si notas muchos gases (algo normal al principio cuando la flora "mala" está cambiando por la "buena"), reduce la cantidad de cebolla y puerro, y aumenta gradualmente semana a semana.


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