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13 diciembnre 2025.- Una nueva investigación publicada recientemente en la revista Nature ha revelado un mecanismo sorprendente mediante el cual el ayuno intermitente o las dietas que imitan el ayuno pueden mejorar drásticamente la eficacia de los tratamientos hormonales contra el cáncer de mama.
Contrario a la intuición médica tradicional, que suele ver a las "hormonas del estrés" (glucocorticoides) con cautela en oncología, este estudio demuestra que su activación —provocada por la falta de alimentos— es la clave para frenar el crecimiento tumoral en ciertos tipos de cáncer.
El hallazgo fundamental: reprogramación epigenética
El estudio, liderado por investigadores del Instituto del Cáncer de los Países Bajos, se centró en el cáncer de mama positivo para receptores hormonales (HR+), que representa la mayoría de los casos y suele tratarse con terapia endocrina (como el tamoxifeno). El problema clínico habitual es que, con el tiempo, los tumores desarrollan resistencia a estos fármacos.
Los investigadores descubrieron que el ayuno no solo "mata de hambre" al tumor, sino que lo reeduca. Al someter al organismo a periodos de ayuno, se desencadena una cascada de eventos:
Aumento de hormonas sistémicas: El cuerpo eleva los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y progesterona en sangre.
Activación de receptores en el tumor: Estas hormonas activan masivamente el receptor de glucocorticoides (GR) y el receptor de progesterona dentro de las células cancerosas.
Freno al crecimiento: Esta activación suprime una familia de proteínas llamada AP-1, que normalmente ayuda a las células cancerosas a proliferar. Al "apagar" AP-1, el tumor se vuelve mucho más sensible al tratamiento hormonal y detiene su crecimiento.
Lo revolucionario es que, al eliminar genéticamente el receptor de glucocorticoides en modelos animales, el ayuno dejaba de funcionar, confirmando que esta vía hormonal es indispensable para el beneficio terapéutico.
Lecciones para la práctica clínica y doméstica
Las conclusiones de este estudio ofrecen dos vías claras de aplicación, una conductual (para pacientes) y una farmacológica (para médicos), aunque ambas requieren precaución.
1. La alternativa farmacológica: ¿una pastilla en lugar de ayunar?
Quizás la lección clínica más importante es que no siempre es necesario pasar hambre para obtener los beneficios moleculares del ayuno. Los investigadores demostraron que la administración exógena de glucocorticoides sintéticos (como la dexametasona) lograba replicar los efectos anticancerígenos del ayuno en combinación con la terapia endocrina.
Implicación clínica: La dexametasona ya es un fármaco común en oncología (usado para náuseas o inflamación). Este estudio sugiere que podría evaluarse no solo como soporte, sino como un coadyuvante activo para potenciar el tamoxifeno o similares en cáncer de mama ER+.
2. El papel del paciente: dietas que imitan el ayuno
Para la práctica doméstica, el estudio valida el uso de "dietas que imitan el ayuno" (FMD, por sus siglas en inglés). Los pacientes humanos sometidos a ciclos de estas dietas mostraron elevaciones de cortisol y progesterona similares a las observadas en los modelos animales exitosos.
Implicación doméstica: La restricción calórica cíclica y supervisada podría ser una herramienta válida para reducir la proliferación tumoral. Sin embargo, esto no es "dejar de comer" arbitrariamente. La desnutrición y la caquexia son riesgos graves en cáncer; por tanto, cualquier protocolo de ayuno debe buscar un estado de estrés metabólico controlado sin llegar a la debilidad.
Conclusión y advertencia
Este estudio cambia el paradigma al mostrar que el receptor de glucocorticoides, a menudo temido por su potencial para inducir resistencia en otros contextos (como en quimioterapia convencional), actúa aquí como un supresor tumoral en el contexto específico de la terapia endocrina.
Para pacientes y médicos: Si bien los resultados son prometedores, la aplicación inmediata en casa debe ser consultada con un oncólogo. El ayuno o el uso de corticoides deben sincronizarse cuidadosamente con el tipo de tumor (receptores positivos) y la terapia en curso para evitar efectos contraproducentes.
Fuente: Padrão, N., Severson, T.M., Gregoricchio, S. et al. Fasting boosts breast cancer therapy efficacy via glucocorticoid activation. Nature (2025). https://doi.org/10.1038/s41586-025-09869-0

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