Estudiar el Younger Dryas podría ayudar a predecir los posibles efectos del cambio global en el Mediterráneo a finales del siglo XXI. Fue...
Estudiar el Younger Dryas podría ayudar a predecir los posibles efectos del cambio global en el Mediterráneo a finales del siglo XXI. Fuente: Universidad de Barcelona |
Hace unos 13.000 años, una crisis climática provocó un descenso global de las temperaturas en el hemisferio norte. Este episodio de frío intenso, conocido como Younger Dryas, también provocó una severa aridez en la cuenca mediterránea, lo que tuvo un gran impacto en los ecosistemas terrestres y marinos. Pero, ¿qué sabemos sobre el impacto de este cambio climático en la circulación del agua en el Mediterráneo?
16 mayo 2023.- Durante el Younger Dryas, se duplicó el flujo de masas de agua desde el este del Mediterráneo hasta el océano Atlántico a través del Estrecho de Gibraltar, según un estudio publicado en Communications Earth & Environment . El trabajo ha aplicado la innovadora técnica de isótopos de neodimio (Nd) para reconstruir las condiciones en el Mediterráneo desde la última deglaciación, hace unos 14.000 años.
El estudio forma parte de la tesis doctoral que está realizando Sergio Trias-Navarro, bajo la dirección del profesor Leopoldo Pena y la profesora Isabel Cacho, del grupo de investigación consolidado en Geociencias Marinas (GCR Marine Geosciences) de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona. El estudio presenta algunos de los resultados más relevantes del proyecto TIMED (ERC-Consolidator) del Consejo Europeo de Investigación, y cuenta con una destacada participación de miembros del GCR Marine Geosciences, y expertos de la Universidad La Sapienza de Roma, la Universidad de Palermo (Italia ), y el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (Suiza).
El cambio climático más intenso en 13.000 años
El Younger Dryas fue el cambio climático más intenso de los últimos 13.000 años y el de mayor alcance a escala planetaria. Su final marcó el final del Holoceno, el período interglaciar en el que nos encontramos hoy. “También ha habido variabilidad climática durante el Holoceno, como los episodios conocidos como Pequeña Edad de Hielo, la Anomalía Climática Medieval o el Período Cálido Romano. Sin embargo, esta variabilidad climática tuvo una intensidad relativa menor con diferentes expresiones climáticas regionales, sin la capacidad de generar cambios a escala global", afirma la profesora Isabel Cacho, del Departamento de Dinámica de la Tierra y los Océanos de la UB.
El artículo también analiza el último sapropel, un episodio del Holoceno posterior al Younger Dryas vinculado a un extraordinario aumento de las precipitaciones en la región mediterránea, especialmente en el norte de África. El estudio proporciona la primera cuantificación de los cambios en la circulación profunda del Mediterráneo oriental durante este episodio, y ha estimado que se redujo hasta en una cuarta parte en comparación con el Younger Dryas. Aún así, los expertos explican que se desconoce el impacto que este evento pudo haber tenido en la oceanografía del Atlántico Norte.
El nuevo estudio respalda la hipótesis de que el aumento de la entrada de sal del Mediterráneo a las aguas del Atlántico durante el Younger Dryas fue clave para reactivar la circulación del Atlántico Norte: esto condujo a un rápido calentamiento en Europa y el Mediterráneo, que marcó el comienzo del Holoceno.
“Las masas de agua mediterráneas son una de las principales fuentes de sal en el Atlántico Norte. La salinidad del agua es un factor importante en la oceanografía, ya que determina la densidad de las masas de agua. Por tanto, es un proceso clave en la formación de aguas profundas en el Atlántico Océano y es el impulsor de la circulación oceánica global", dice el investigador Sergio Trias-Navarro.
Una innovación técnica para estudiar los océanos del pasado
Como en otros estudios previos realizados por GRC Marine Geosciences, el equipo ha aplicado la técnica innovadora de isótopos radiogénicos de neodimio como trazadores geoquímicos para reconstruir las condiciones oceanográficas del pasado. Este estudio analítico se ha llevado a cabo en los laboratorios LIRA y PANTHALASSA, instalaciones de apoyo a la investigación únicas en Cataluña ubicadas en espacios de la Facultad de Ciencias de la Tierra y de los Centros Científicos y Tecnológicos de la UB (CCiTUB) y coordinados por los expertos Leopoldo Pena e Isabel Cacho.
“En comparación con otro tipo de trazadores geoquímicos, los isótopos de Nd tienen la gran ventaja de ser conservativos. Por lo tanto, no interactúan ni se ven afectados por los procesos biológicos, por ejemplo, la productividad biológica o la degradación de la materia orgánica”, dice el profesor Leopoldo. Peña, coautor del artículo. “Esta técnica nos permite ir más allá del tiempo y se puede aplicar a reconstrucciones oceanográficas tanto del presente como del pasado. Nos permite comprender la dinámica del océano y reconstruir la oceanografía mucho antes de que podamos observarla o medirla nosotros mismos con otras herramientas científicas", añade el experto.
Younger Dryas: ¿Un espejo para el Mediterráneo del futuro?
Todavía existen muchos enigmas sobre el impacto potencial de las aguas del Mediterráneo en la circulación del Atlántico Norte. A pesar del interés científico, "gran parte de los estudios oceanográficos centrados en el océano Atlántico no tienen en cuenta el Mediterráneo, y quizás se haya minimizado el papel de las aguas del Mediterráneo en la circulación atlántica", señalan los autores.
El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) presenta al Younger Dryas como un ejemplo de los cambios predecibles en las precipitaciones que se producirán en el Mediterráneo como consecuencia de una esperada reducción de la circulación del Atlántico Norte. “Por otro lado, según las proyecciones para finales del siglo XXI, la circulación mediterránea se debilitará y, en consecuencia, su aporte al océano Atlántico”, señala Isabel Cacho, coordinadora del proyecto TIMED. En el contexto actual de cambio climático, estudios como este son cada vez más necesarios para comprender mejor la sensibilidad de la circulación mediterránea a diferentes situaciones climáticas.
"El Younger Dryas no es un análogo perfecto para los cambios futuros, ya que actualmente nos enfrentamos a un efecto invernadero mucho más amplificado. Aún así, nuestro estudio revela que el cambio en la aridez que se espera para finales de siglo es capaz de inducir una intensificación. de la circulación mediterránea, aunque el calentamiento proyectado podría contrarrestar este efecto, por lo que necesitamos entender mejor el peso relativo que estas dos variables, la temperatura y la humedad, han tenido en la evolución de la circulación mediterránea”, concluye el equipo de investigación.
Más información: Sergio Trias-Navarro et al, Eastern Mediterranean water outflow during the Younger Dryas was twice that of the present day, Communications Earth & Environment (2023). DOI: 10.1038/s43247-023-00812-7
COMENTARIOS