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El sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) lleva años funcionando en otros países de Europa: Alemania, Suecia, Países Bajos...
14 diciembre 2024.- El reciclaje se encuentra en una encrucijada en España: en 2023 únicamente se reciclaron un 41,3% de las botellas de plástico de bebidas de menos de tres litros en el país, según publica el Ministerio para la Transición Ecológica. Una cifra que se encuentra muy por debajo del objetivo marcado del 70% que Europa había fijado para este año.
"En consecuencia se deberá implantar, en todo el territorio nacional y en el plazo de dos años, un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR)", anuncia el Ministerio en las conclusiones de su más reciente informe.
Este sistema recuperará la antigua práctica de devolver las botellas de vidrio a los establecimientos una vez se ha consumido el producto; pero esta vez, aplicada a botellas de plástico, briks y latas.
Los clientes pagarían una "fianza" en el momento de compra (la cantidad está todavía por fijar, aunque suele ser de unos céntimos) y, una vez entregaran el envase de vuelta, este pequeño depósito les sería devuelto.
En realidad, esta práctica tampoco es nueva en Europa: algunos países llevan décadas aplicándola y, en algunos casos, incluso han desarrollado modelos con los que complementar estos sistemas de depósito.
Actualmente 15 países europeos ya disponen de un SDDR implantado para envases de bebida que da cobertura a 164 millones de personas
Alemania: referente europeo en el Sistema de Depósito
Alemania implementó su sistema de depósito, devolución y retorno en el año 2003, y desde entonces ha logrado una de las tasas de retorno más altas del mundo, alcanzando el 98% de los envases de las bebidas.
No fue el primer país europeo en hacerlo: el pionero fue Suecia, en 1984, y le siguieron Islandia (1989), Finlandia (1996), Noruega (1999), Dinamarca (2002) y entonces sí, Alemania.
No obstante, existen algunas diferencias entre los modelos de cada país y, en este sentido, el éxito logrado por Alemania le ha convertido en uno de los grandes referentes del sistema de depósito.
Su funcionamiento es sencillo: los consumidores pagan un depósito adicional al comprar bebidas envasadas en plástico, generalmente de 25 céntimos, que recuperan al devolver los envases en máquinas automatizadas instaladas en supermercados y puntos de venta. Adicionalmente, el sistema incluye también otros materiales, como los envases de vidrio, cuyo depósito oscila entre los 8 y los 15 céntimos.
Lituania: un sistema joven, pero del que podría aprender España
Lituania introdujo su Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) en 2016, y está considerado uno de los más modernos y ejemplares. Se estima que antes de su implementación menos del 40% de los envases de bebidas eran reciclados; pero con la implementación del sistema, sus tasas se dispararon.
En el primer año de aplicación, la tasa de recogida de envases de bebidas plásticas logró el 70%, y en su segundo año, el 90%. Tras cinco años, el país alcanzó una tasa de retorno del 92%.
Lituania, un país más pequeño y con menos recursos que otros estados citados, demuestra que el éxito de un SDDR no depende del tamaño, sino de que su implementación sea estratégica y accesible para todos. Una lección que podría ser relevante para España en cuanto a la similitud de los desafíos: Lituania partía como nosotros de bajas tasas de reciclaje y abundantes desechos en entornos naturales.
Fotografía de un vertedero en España. Los vertederos generan graves impactos negativos: pueden contaminar suelos y aguas subterráneas y emiten grandes cantidades de metano. iStock / ABBPhotoPaíses Bajos: quien produce el residuo, paga
Países Bajos implementó el sistema de depósito en el año 2005 y, en un primer momento, no funcionó tan bien como en Alemania. Se cree que la obligatoriedad de devolver el envase en el mismo establecimiento en el que se había adquirido fue una de las principales trabas para los consumidores. Aún así, en la actualidad, ronda una tasa de retorno del 70%.
Pero si destacamos su caso es porque, de forma complementaria, el país aplica un esquema de Pago por Generación de Residuos (PAYT, por sus siglas en inglés), que cobra a los hogares y negocios según la cantidad de residuos no reciclables que generan (a más peso, mayor tasa).
En España, esta práctica no resulta desconocida: este sistema se ha implementado ya en ciertos municipios y será obligatorio en todo el territorio a partir del año 2025.
Suecia: generación de energía a partir de residuos no reciclables
Suecia fue el primer país europeo en utilizar el sistema de depósito... ¿Por qué lo hemos dejado para el final? Porque Suecia no dejó la cosa ahí. Los residuos no reciclables son empleados además para la producción de energía; una decisión que les ha convertido en uno de los países líderes en gestión de residuos.
Se estima que cerca de un 96% de los residuos del país son reciclados o derivados a plantas de incineración, lo que ha reducido la existencia de vertederos en Suecia y con ello, de los problemas medioambientales asociados a estos.
No obstante, vemos necesario hacer un apunte al respecto: este modelo de incineración está rodeada de bastante polémica. Ya que algunos expertos cuestionan si este enfoque es verdaderamente circular o simplemente una forma de gestión lineal más avanzada.
Igualmente, en lo que respecta al sistema de recogida, el país acumula una tasa de retorno cercana al 88%.
Acabar con el abandono diario de 35 millones de envases
De vuelta al caso de España, las asociaciones conservacionistas han celebrado el anuncio del Ministerio. “Esta decisión significa acabar con el abandono diario de 35 millones de envases de bebidas que cada día contaminan nuestro territorio", comunica la Alianza Residuo Cero.
Y es que ejemplos como Australia, que comprobó una reducción de la basura en playas después de implementar el sistema de retorno, demuestra que este sistema no solo incrementa las tasas de reciclaje, sino que también reduce significativamente la contaminación ambiental.
Fuente: AIReF
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