Masacre del Día de San Bartolomé, historia
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| El pintor hugonote François Dubois pintó La Masacre de San Bartolomé poco después del suceso. El cuerpo de Coligny puede verse colgado de una ventana. |
La Masacre del Día de San Bartolomé fue una ola de violencia multitudinaria dirigida contra la minoría protestante francesa (hugonota) por la mayoría católica. La masacre mató a más de 10.000 personas durante dos meses en el otoño de 1572.
Llegó al final de una semana de celebraciones y festejos en París, cuando el rey Carlos IX ofrecía la boda de su hermana, Margarita, con el príncipe Enrique de Navarra. El matrimonio de la princesa católica con un príncipe protestante se concibió en parte para sanar las divisiones entre católicos y la minoría protestante en Francia, pero en la madrugada del 24 de agosto, apenas cuatro días después de la boda y en vísperas del día de San Bartolomé, las tropas francesas marcharon hacia los barrios protestantes al grito de "¡Mátenlos a todos!".
Una paz frágil
Las causas directas de la masacre son complejas. En términos generales, fue resultado del nacimiento de la Reforma Protestante más de medio siglo antes. En las décadas posteriores al desafío de Martín Lutero a la Iglesia Católica, el protestantismo se extendió por Europa Occidental, y con él, la violencia y el caos, a medida que las normas sociales y religiosas centenarias se veían sometidas a una creciente presión.
La situación de los protestantes en Francia , llamados hugonotes , era particularmente dura. Los hugonotes eran relativamente pocos, ya que solo entre el 10% y el 15% de la población francesa se convirtió al protestantismo. Solían provenir de la clase artesana y la nobleza, lo que significaba que no podían ser fácilmente ignorados ni sometidos. Las hostilidades desembocaron en una guerra abierta en tres ocasiones entre 1562 y 1570.
En el verano de 1570, ante las crecientes deudas derivadas de la Tercera Guerra de Religión , Carlos IX buscó una paz negociada con los hugonotes. La Paz de Saint-Germain , firmada en agosto de 1570, otorgó a los hugonotes el control de cuatro ciudades fortificadas en toda Francia y les permitió retomar el poder. El tratado puso fin a la guerra y concedió nuevas libertades a la minoría protestante, lo que enfureció a los católicos de línea dura de la corte real. Esa ira latente finalmente desembocó en la Masacre del Día de San Bartolomé.
Un intento de asesinato
El almirante Gaspard de Coligny, noble que lideró a las tropas hugonotas en la última etapa de la guerra, trabó amistad con Carlos IX en los años posteriores a la Paz de Saint-Germain, para gran consternación de la formidable madre del rey, Catalina de Médici , y de la facción antihugonota liderada por la poderosa familia Guisa. Carlos, con tan solo 22 años, se dejaba influir fácilmente por quienes lo rodeaban, y existía un temor considerable de que el formidable De Coligny, de 55 años, utilizara al impresionable joven rey para promover la causa hugonota. Al acercarse la boda real en el verano de 1572, De Coligny propuso que Carlos liderara una acción conjunta católico-hugonota para apoyar a los protestantes que luchaban contra los españoles en los Países Bajos.
No está claro cuándo Catalina de Médici y los Guisa decidieron que Coligny debía ser destituido, pero para la mañana del 22 de agosto, ya tenían un plan. Esa mañana, Coligny asistió a una reunión del consejo real en el Louvre y se marchó con sus guardaespaldas alrededor de las 11:00. De regreso a sus aposentos en la Rue de Bétisy, un asesino saltó de un callejón y le disparó a Coligny en el brazo.
Charles corrió al lado de Coligny. La herida en su brazo no era mortal, pero el almirante estaba postrado en cama y sufría un dolor intenso.
De regreso al palacio, Catalina y su facción comenzaron a presionar al joven rey para que tomara medidas drásticas para evitar un levantamiento hugonote. En una reunión del consejo real al día siguiente, los miembros estaban absortos por el temor de que los hugonotes de la ciudad lanzaran un ataque de represalia. También corrían rumores de un ejército hugonote de 4000 hombres justo fuera de las murallas.
Para aumentar la presión, Catalina pasó horas a solas con su hijo, instándolo a ordenar un ataque contra los hugonotes. Incapaz de soportar la presión, Carlos finalmente dio la orden de eliminar a los líderes hugonotes. El ataque, liderado por el duque de Guisa y 100 guardias suizos, debía comenzar al amanecer del día siguiente, el día de San Bartolomé.
La masacre
Coligny fue uno de los primeros en morir . La Guardia Suiza lo sacó de su lecho de enfermo y lo apuñaló con hachas antes de arrojar su cadáver por la ventana al patio. Le cortaron la cabeza y la llevaron al Louvre para demostrar que el crimen estaba consumado.
Pero la matanza no terminó ahí. Los soldados «iban con sus hombres de casa en casa, dondequiera que creían encontrar hugonotes, derribando las puertas y masacrando cruelmente a quienes encontraban, sin importar sexo ni edad», escribió el pastor protestante Simon Goulart , quien tomó testimonio de los supervivientes poco después del ataque.
Los parisinos católicos, posiblemente incitados por sacerdotes militantes, pronto se unieron a la masacre . Las turbas comenzaron a atacar a los vecinos hugonotes, intentando obligarlos a renunciar a su herejía y asesinándolos cuando se negaron. Muchos intentaron escapar, solo para encontrarse con las puertas de la ciudad cerradas.
Esta masacre masiva duró tres días y solo cesó cuando la mayoría de los hugonotes de la ciudad fueron exterminados. «Carros repletos de cadáveres de damas, mujeres, niñas, hombres y niños nobles fueron bajados y vaciados en el río, que estaba cubierto de cadáveres y teñido de sangre», informó Goulart. Otros fueron arrojados a un pozo que normalmente se usa para desechar cadáveres de animales.
La violencia se extiende
A medida que la noticia de las matanzas en París se extendía por toda Francia, también lo hacía la violencia. Desde finales de agosto hasta octubre, los católicos se alzaron y perpetraron masacres contra los hugonotes en Toulouse, Burdeos, Lyon, Bourges, Ruan, Orleans, Mieux, Angers, La Charité, Saumur, Gaillac y Troyes.
La cantidad de muertos en la masacre se ha debatido durante casi 450 años. La mayoría de los historiadores creen que alrededor de 3.000 fueron asesinados en París, y quizás 10.000 en todo el país. Otros creen que podrían haber sido entre 20.000 y 30.000. Un gran número de sobrevivientes hugonotes probablemente se convirtieron de nuevo al catolicismo para su propia protección. Muchos otros emigraron a bastiones protestantes fuera de Francia.
Las secuelas
Por muy imprevista que fuera, los católicos de toda Europa consideraron la Masacre del Día de San Bartolomé una gran victoria para la Iglesia. En el Vaticano, el papa Gregorio XIII celebró la matanza con misas especiales de acción de gracias y una medalla conmemorativa en honor a la Ugonottorum strages 1572 (Matanza de los Hugonotes, 1572). En España, se dice que el rey Felipe II rió por una de las pocas veces que se recuerda al enterarse de la noticia.
La Cuarta Guerra de Religión estalló en noviembre de 1572 y culminó el verano siguiente con el Edicto de Boulogne. Bajo el nuevo tratado, los hugonotes recibieron amnistía por actos pasados y se les concedió la libertad de culto. Sin embargo, el edicto puso fin a casi todos los derechos otorgados en la Paz de Saint Germain y restringió a la mayoría de los protestantes la práctica efectiva de su religión. Los enfrentamientos entre los católicos y la menguante población protestante continuarían durante un cuarto de siglo más, hasta la firma del Edicto de Nantes en 1598.
Para saber más
- Diefendorf, B. B. (2009). The Saint Bartholomew's Day massacre: A brief history with documents. Boston, MA: Bedford/St. Martins.
- Jouanna, A. (2016). The Saint Bartholomew's Day Massacre: The Mysteries of a Crime of State(J. Bergin, Trans.). Oxford, UK: Oxford University Press.
- Whitehead, A. W. (1904). Gaspard de Coligny: Admiral of France. London: Methuen.
- Vera Kryzhanovskaiakryzhanovskaia, Conde J W Rochester (2023). La Noche de San Bartolomé
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