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Numerosos tratamientos contra el cáncer son notoriamente duros para el cuerpo; atacan las células sanas simultáneamente con las células tumorales y provocan una amplia gama de efectos secundarios.
28 julio 2022.- La Escuela Pritzker de Ingeniería Molecular (PME) de la Universidad de Chicago ha desarrollado ahora una estrategia para evitar que un posible fármaco contra el cáncer cause tal daño. Los científicos han modificado la interleucina-12 en una nueva forma "enmascarada" que solo se activa cuando entra en contacto con un tumor. El estudio sobre la molécula, también conocida como IL-12, se publicó en la revista Nature Biomedical Engineering.
La investigación muestra que esta versión enmascarada de IL-12 es mucho más segura para el cuerpo, pero posee la misma eficacia antitumoral que la original.
Superar la toxicidad
Los investigadores han descubierto que la IL-12 activa fuertemente los linfocitos, que son células inmunitarias con la capacidad de matar células tumorales. Sin embargo, los primeros estudios clínicos de IL-12 se detuvieron en la década de 1990 debido a los efectos secundarios tóxicos y severos de los pacientes. La misma activación inmunológica que desencadenó una serie de eventos que mataron las células cancerosas también causó una inflamación significativa en todo el cuerpo. Se suspendió el estudio de la IL-12, al menos en su forma natural.
Sin embargo, los científicos idearon un plan para revivir el potencial de la IL-12. ¿Qué pasaría si el medicamento pudiera pasar por el cuerpo sin activar el sistema inmunológico? Crearon una molécula "enmascarada" con una tapa que cubre la región de IL-12 que normalmente se une a las células inmunitarias. Solo las proteasas asociadas a tumores, una colección de tijeras moleculares ubicadas cerca de los tumores para ayudarlos a destruir el tejido bueno que los rodea, pueden cortar la tapa. La IL-12 se activa y luego puede desencadenar una respuesta inmune contra el tumor cuando las proteasas quitan la tapa.
La IL-12 enmascarada está en gran parte inactiva en todo el cuerpo, excepto en el sitio del tumor, donde estas proteasas pueden desprenderse de la máscara.
Quitándose la máscara
Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos que demostraron que la molécula enmascarada no causaba la inflamación atribuida a la IL-12 no modificada. De hecho, cuando probaron el efecto de la IL-12 modificada en el cáncer de colon, descubrieron que el fármaco conducía a la eliminación completa de las células cancerosas. En modelos de cáncer de mama estudiados en el laboratorio, la IL-12 enmascarada fue incluso más efectiva que el anticuerpo anti-PD1, una terapia inmunológica comúnmente utilizada en humanos.
Para explorar más a fondo la utilidad potencial del nuevo fármaco en el tratamiento de humanos, el equipo investigador recurrió a biopsias de melanoma y cáncer de mama recolectadas y donadas de pacientes. El equipo quería asegurarse de que los cánceres humanos contuvieran niveles lo suficientemente altos de proteasas asociadas a tumores para desenmascarar la IL-12. De hecho, cuando la IL-12 diseñada se expuso a las muestras de biopsia, se desprendió su máscara molecular, liberando todo su poder inmunológico.
Durante décadas, el campo ha esperado que la IL-12 algún día pueda convertirse en una terapia viable en la lucha contra el cáncer y ahora los científicos han demostrado que es posible. Ahora, hay que traducir esta molécula a la clínica y los autores del estudio están hablando con varios socios potenciales para que eso suceda.
Si bien llevará algún tiempo llevar este nuevo desarrollo a los pacientes, el nuevo tratamiento está claramente en el horizonte.
Más información: “Masking the immunotoxicity of interleukin-12 by fusing it with a domain of its receptor via a tumour-protease-cleavable linker” by Aslan Mansurov, Peyman Hosseinchi, Kevin Chang, Abigail L. Lauterbach, Laura T. Gray, Aaron T. Alpar, Erica Budina, Anna J. Slezak, Seounghun Kang, Shijie Cao, Ani Solanki, Suzana Gomes, John-Michael Williford, Melody A. Swartz, Juan L. Mendoza, Jun Ishihara, and Jeffrey A. Hubbell, 9 May 2022, Nature Biomedical Engineering. DOI: 10.1038/s41551-022-00888-0
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