Izanami ('la que invita') e Izanagi ('el que invita') son los dioses primordiales de la religión sintoísta que se cree que...
Izanami ('la que invita') e Izanagi ('el que invita') son los dioses primordiales de la religión sintoísta que se cree que crearon las islas de Japón y dieron a luz a muchos de los otros dioses sintoístas o kami .
15 agosto 2022.- Los mitos de la religión popular japonesa derivan de tradiciones orales codificadas para la posteridad en dos libros: el Nihon Shoki , publicado en 720 EC y el Kojiki escrito por un funcionario de la emperatriz Gemmyo entre 708 y 714 EC. Una fuente adicional, el Kogoshui fue escrito en c. 807 EC por Imibe-no-Hironari, quien reunió tradiciones orales omitidas de Nihon Shoki y Kojiki .
La creación de Japón
Las islas de Japón son el tema de un mito de creación particularmente colorido. De pie en el puente o escalera del cielo (conocido como Ama-no-hashidate y que conectaba el cielo - Ama - con la tierra), los dos dioses Izanami e Izanagi usaron una lanza incrustada de joyas para agitar el océano. Retirando la lanza, la sal se cristalizó en gotas en la punta y estas volvieron a caer al océano como islas. En otra versión, la lanza goteaba lodo de los mares todavía turbios y caóticos.
La primera isla que se creó fue Onogoro-shima y los dioses la usaron de inmediato para construir una casa y celebrar su ceremonia de boda. El ritual consistía en dar vueltas alrededor de un pilar (o, en algunas versiones, la lanza) con los dos dioses moviéndose en direcciones opuestas. Sin embargo, durante este ritual de matrimonio sagrado, Izanami habló mal primero cuando se cruzaron y, como consecuencia de esta impiedad, su primer hijo fue un aborto espontáneo y nació un feo debilucho sin huesos.
Este era el dios Hiruko (luego Ebisu) quien se convertiría en el patrón de los pescadores y uno de los siete dioses de la buena suerte. Hiruko fue abandonado por sus padres y puesto en una canasta para que el mar lo llevara a donde quisiera. El segundo hijo fue la isla de Awa pero Izanami e Izanagi aún no estaban satisfechos con su descendencia y preguntaron a sus padres los siete dioses invisibles el motivo de su desgracia. Revelando que la razón fue su ejecución incorrecta del ritual de matrimonio, la pareja repitió la ceremonia, esta vez asegurándose de que Izanagi hablara primero.
Luego, la pareja continuó creando descendencia más auspiciosa, incluidas las ocho islas principales de Japón: Awaji, Shikoku, Oki, Tsukushi (Kyushu), Iki, Tsu, Sado y Oyamato. También se creó un número prodigioso de otros dioses. De hecho, en el panteón sintoísta existen más de 800 kami (dioses, espíritus y fenómenos naturales) . Otros niños notables fueron Oho-wata-tsu-mi (dios del mar), Kuku-no-shi (dios de los árboles), Oho - yama tsu-mi (dios de las montañas) y Kagutsuchi (dios del fuego), a menudo se lo conoce en voz baja como Homusubi durante las oraciones rituales.
Muerte y venganza de Izanami
Sin embargo, el nacimiento de algunos de los dioses tuvo un precio determinado. Izanami se quemó terriblemente cuando dio a luz a Kagutsuchi y se dice que muchos kami nacieron de sus lágrimas mientras sufría sus heridas hasta que finalmente murió. Sin embargo, la venganza fue rápida, ya que Izanagi cortó al dios del fuego en pedazos con su espada. Se dice que muchas nuevas deidades surgieron de cada pieza del dios.
Izanagi, sin duda incapaz de vivir sin su amada esposa, la siguió precipitadamente al inframundo o a Yomi (también llamado Ne-no-kuni, tierra de raíces y Soko-no-kuni, la tierra hueca).
Desafortunadamente, no pudo rescatar a Izanami porque ella ya había comido en el inframundo y, por lo tanto, se le prohibió regresar al reino de los vivos. Sin embargo, Izanami suplicó a los dioses que hicieran una excepción e hizo que Izanagi prometiera que sería paciente y no trataría de verla en su estado actual. Sin embargo, el proceso de liberación fue largo e Izanagi, impaciente, no pudo esperar más e intentó ver a su amada.
Sin embargo, se sorprendió, porque cuando la vio, el cuerpo de la diosa ya se estaba descomponiendo. Rompió las leyes del inframundo porque interrumpió los procesos involucrados en la transición entre el mundo de los muertos y el de los vivos. De acuerdo con las antiguas creencias japonesas, el proceso de rejuvenecimiento no debe ser perturbado ni observado por extraños.
Izanami estaba más que disgustada porque su esposo rompiera su promesa y la viera en tal estado, pero peor aún, los Ocho Truenos y las Feas expulsaron al dios del inframundo. Durante su retiro,kunado-no-kami ) en su camino y fue en este momento que se crearon los dos dioses de los caminos Chimata-no-kami y Yachimata-hiko (conocidos juntos como Sae-no-kami o Dosojin).
“El paso al inframundo puede no ser en realidad un espacio físico, sino más bien un estado o período entre el momento en que dejas de respirar y el momento en que realmente mueres".
Nacimiento de los dioses sintoístas
Al llegar finalmente al mundo exterior, Izanagi bloqueó la entrada a Yomi con una enorme piedra. Afortunado de escapar ileso de un lugar de oscuridad tan terrible, el dios tuvo que realizar un ritual de limpieza en el río Woto para librarse de las impurezas del inframundo. Fue durante estos rituales que nacieron varios dioses: Amaterasu , la diosa del sol, cuando se lavó el ojo izquierdo, Tsuki-yomi, el dios de la luna, cuando se lavó el ojo derecho, Susanoo (o Take-haya - Susa- no-wo), el dios de la tormenta, cuando se lavó la nariz y Shina-tsu-hiko, el dios del viento nació del aliento de Izanagi.
Además, cuando se deshizo de sus ropas manchadas en el río, nacieron doce dioses más de las doce piezas. En referencia a este episodio, la práctica deharai o limpieza, antes de entrar en un santuario sagrado ( jinja ), se ha convertido en una parte importante del ritual sintoísta.
Izanami e Izanagi en el arte
En el arte japonés, los dos dioses suelen representarse de pie sobre Ama-no-Hashidate agitando el océano con su lanza. La pareja celestial también se menciona en el santuario de las rocas casadas de Meotoiwa, en la costa de Futami. Aquí, dos grandes rocas se alzan en el mar y están unidas por una larga cuerda sagrada ( shimenawa ) de paja de arroz trenzada que pesa más de una tonelada, símbolo del vínculo matrimonial entre las dos deidades. Encima de la roca más grande, que representa a Izanagi, hay una puerta blanca o torii que marca el sitio como un santuario sagrado. Debido a la obvia humedad del sitio, el shimenawa se reemplaza varias veces al año con gran ceremonia.
Para terminar, no podemos dejar de recomendar un breve listado de las leyendas urbanas de terror más conocidas en Japón, que aunque no están protagonizadas por demonios, tienen una estrecha relación con estos seres malvados: la terrorífica historia de Kuchisake-onna, "la mujer de la boca cortada", que fue mutilada por su marido y regresó en forma de espíritu maligno; Teke Teke, una joven que quedó partida por la mitad tras caer a las vías del tren y que recibe su nombre del ruido que hace al arrastrarse; Aka Manto, un espíritu malvado que aparece mientras la gente se encuentra en el baño, o el aterrador Hachisakusama, un espíritu que fue encerrado en pequeñas estatuas para contenerlo, pero logró escapar y se aparece como una mujer alta con sombrero, vestido y una larga cabellera que la cubre completamente... y que se lleva a los niños consigo.
Fuentes:
- BBC - Religión: Sintoísmo
- Beasley, WG La experiencia japonesa. Prensa de la Universidad de California, 2000.
- Hackin, J. Mitología asiática 1932. Kessinger Publishing, LLC, 2005.
- Izanagi e Izanami (deidad sintoísta) -- Enciclopedia Britannica en línea
- National Geographic. Editorial de National Geographic Essential Visual History of World Mythology. 2012.
- “The Legendary Past: The Age of the Gods.” Asia for Educators . http://afe.easia.columbia.edu/special/japan_1000bce_originmyths.htm
- “Kojiki and Nihon shoki (Nihongi).” Encyclopedia of Shinto . http://eos.kokugakuin.ac.jp/modules/xwords/entry.php?entryID=1243
- “Japanese Creation Myths.” Crystal Links . http://www.crystalinks.com/japancreation.html
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