No se trata sólo de una cuestión de equidad, sino también de estrategia. La mayor fortaleza de la UE en la competencia con EE.UU. y China ...
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| No se trata sólo de una cuestión de equidad, sino también de estrategia. La mayor fortaleza de la UE en la competencia con EE.UU. y China es el mercado único. En lugar de socavarlo con más ayuda estatal, la Comisión y los estados miembros deberían centrarse en mejorarlo, armonizando las regulaciones y continuando el trabajo sobre más comercio dentro de la UE. [ Unión Europea, 2023 - Fuente: CE - Servicio Audiovisual ] |
Europa está discutiendo una política industrial verde, y una vez más, nuevos subsidios y nueva deuda de la UE están en la agenda. Pero los países de la UE ya subvencionan fuertemente los parques eólicos, los paneles solares y los coches eléctricos con miles de millones, entonces, ¿qué está saliendo mal?
12 febrero 2023.- La respuesta: estamos basando el apoyo público en las condiciones equivocadas. Nuestra propia regla “Hecho en Europa” sería la solución más elegante.
El paquete de subsidios estadounidense, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), ha causado conmoción en toda la UE, al menos retóricamente (a decir verdad, lo que debería preocuparnos son principalmente los precios de la energía).
Pero tras una inspección más cercana, la IRA en realidad no contiene más dinero del que los países de la UE también están inyectando en sus economías para apoyar las energías renovables, el hidrógeno y los vehículos eléctricos. La burbuja de Bruselas parece desconcertada.
Pero la razón es simple: la IRA es tan efectiva, o peligrosa, si estás del otro lado, porque condiciona el dinero público (en forma de subsidios o créditos fiscales) a que los productos sean "Made in America". "Compre productos estadounidenses", esto se denomina a veces, y el término oficial es "regla de contenido local".
Pero nuestras propias reglas de "Comprar productos europeos", como ha pedido el presidente francés Emmanuel Macron, siguen provocando rechazo para muchos en la Comisión Europea y, sobre todo, para el gobierno alemán.
Este último ha criticado abiertamente las reglas de los EE.UU. por no ser "compatibles con la OMC [Organización Mundial del Comercio]", algo que muchos en la Comisión Europea amante de la libre competencia y el libre comercio también encuentran difícil de ignorar.
Pero alguien tendrá que decirlo: ¿Y qué? ¡Demándanos! ¡Buena suerte para encontrar un juez!
La OMC está estancada porque Estados Unidos está bloqueando el nombramiento de nuevos jueces.
Durante años, Bruselas también acusó a China de no cumplir con la OMC con su dumping de precios para los paneles solares, solo para esperar y ver cómo la industria solar desaparece de Europa de todos modos porque no podía mantenerse al día con los precios del Lejano Oriente.
Las normas de ayuda estatal de la UE, destinadas a garantizar la libre competencia, eran demasiado estrictas y demasiado despiadadas en el principio de obligar a los estados miembros a apoyar solo los proyectos eólicos y solares más baratos , independientemente de si se originan en la UE o en un tercer país.
Existen algunas excepciones muy restringidas, como la opción de utilizar un 30 % de "criterios cualitativos" al comparar proyectos, que en la práctica cambia poco.
El éxodo de la industria solar y (más recientemente) eólica europea fue el precio de la política de “más barato, más barato, más barato”, que se esconde detrás de abreviaturas como CEEAG y términos como “de minimis” para que ningún ciudadano normal los entienda jamás.
De esta manera se perdieron decenas de miles de “empleos de la industria verde”, que ahora Bruselas está tratando desesperadamente de recuperar.
La economía planificada, entre todas las cosas, debería arreglarlo ahora. La Comisión quiere establecer capacidades mínimas para la producción europea de paneles solares, turbinas eólicas y baterías.
Pero no te preocupes. “No es un plan quinquenal si va hasta 2030”, como dice con aire de suficiencia Janos Allenbach- Amman .
Buena suerte para determinar cuántas fábricas solares se necesitarán en Europa cuando ni siquiera la Agencia Internacional de la Energía podría predecir correctamente cuánta capacidad solar se construirá el próximo año.
Afortunadamente, hay una manera mucho más fácil.
Ojalá Europa "saltara por encima de su sombra" y se quitara la camisa de fuerza de las normas de la OMC, que de todos modos han sido una mera sombra de sí mismas.
Ojalá nos atreviéramos a introducir nuestra propia "regla de contenido local", una obligación de "Comprar productos europeos", o al menos permitir que los países de la UE lo hagan, en lugar de hacer del precio más barato el criterio de selección más importante.
De esta forma, todos los miles de millones que ya se están gastando en la transición energética podrían utilizarse para nuestros objetivos de política industrial, sin tener que inventar un nuevo programa cada semana. Elegante, ¿no?
Personalmente, creo que no es vergonzoso decir que cuando Europa invierte miles de millones en energía eólica y solar, en vehículos eléctricos, bombas de calor e hidrógeno, una gran parte de los puestos de trabajo también deberían crearse aquí. Puede costar un poco más, pero trae buenos salarios, ingresos fiscales y aceptación para la transición energética.
Pero incluso aquellos que creen en la superioridad de la competencia global deberían al menos darse cuenta de que “no se puede ser el único herbívoro en un mundo de carnívoros”, como lo expresó el comisionado de Economía, Paolo Gentiloni, la semana pasada en un evento en Berlín.
En otras palabras: ya no existe tal cosa como un orden comercial internacional basado en reglas. El mundo entero ha entendido lo que se sigue de eso. ¿Europa también?
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