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Casa del poeta chileno José Donoso en Calaceite |
Calaceite tiene un gran valor y belleza arquitectónicas. Su conjunto urbano fue en origen una importante villa medieval situada entre los ríos Algars y Matarraña, junto al cerro de San Cristóbal donde se encuentra la ermita de San Cristóbal.
25 mayo 2023.- Su casco urbano fue declarado en 1973 Conjunto de Interés Histórico Artístico y en Bien de Interés Cultural (BIC). El centro se articula en torno a la plaza Mayor y el templo parroquial. De este núcleo parten tres vías principales que atraviesan la población y que conectan con las capillas-portales, de la Virgen del Pilar, San Antonio, y la desaparecida Virgen del Rosario.
Su estructura urbana tiene dos núcleos elevados originarios, la Torreta y el Castell, y destaca la abundancia de casas solariegas. A lo largo del s. XVIII y principios del XIX hubo un período de eclosión arquitectónica en el que se construyeron muchas casas (se pueden observar sus escudos en las portadas) como indicio de prosperidad económica debido al cultivo del olivo del que Calaceite ha sido históricamente máximo productor de la zona.
La mejor manera de descubrir la esencia de Calaceite es dejándose llevar por sus calles. El bonito trazado medieval del pueblo invita a perderse para descubrir rincones como la Calle Maella, la Calle Mayor o la Calle de San Antonio, además de edificios de notable belleza como la Casa del Justicia en la Calle Iglesia o la Casa Moix.
UN POCO DE HISTORIA
Las fértiles tierras del río Matarraña han propiciado que este lugar haya estado habitado desde la prehistoria. En el entorno de esta localidad turolense se conservan numerosos vestigios de este periodo, como las pinturas rupestres de Calapatar y del barranc dels Gascons, los grabados rupestres de la Vallrovira o las construcciones funerarias de els Villalongs. También los íberos y los romanos se asentaron en este territorio. Pero, al igual que sucedió con su vecina Beceite, quienes realmente determinaron el nombre a la localidad fueron los árabes.
El término de Calaceite viene de Qal’at Zayd (Castillo de los Zayd). Era la fortaleza árabe que coronaba el cerro donde actualmente se asienta el pueblo.
Los restos más abundantes son del período ibérico. El yacimiento más importante es el poblado ibérico de San Antonio, a 1 km al sur de la villa, excavado por Juan Cabré, y más tarde por Pere Bosch i Gimpera, entre los años 1903 y 1919, que localizó los poblados que denominó Les Ombries, Els Castellans y la Torre Cremada. Buena parte de los materiales que se han encontrado están en el Museo Arqueológico de Barcelona. El poblado estuvo habitado desde el siglo V a.C. hasta el siglo III a.C. En la necrópolis del llano de Les Ferreres se encontró en 1903 un famoso timiaterio ibérico de bronce de gran valor, conservado en el Museo Arqueológico de Madrid.
En 1132 Alfonso I de Aragón conquistó Calaceite a los árabes, los cuales volvieron a recuperarla hasta que la volvió a conquistar Ramón Berenguer IV en el 1149 con la ayuda de Bernat de Cambrils, que rápidamente actuó como primer señor del lugar. Aunque parece ser que la conquista definitiva la realizó Alfonso II el casto entre 1168 y 1169. Heredaron los derechos señoriales de Bernat de Cambrils su hijo y su yerno Rollan de Cambrils y Dalmau Cañelles. El 1209 los señores de Cambrils retornaron sus derechos señoriales sobre Calaceite al rey Pedro II el católico, el cual los otorgó al obispo de Tortosa (Corona de Aragón).
En el 1271 la orden de Calatrava adquirió el dominio sobre Calaceite. La orden, con la finalidad de atraer nuevos pobladores a la villa, otorgó una interesante carta de población en la que se concedían una serie de derechos y privilegios y se constituía la base del futuro gobierno municipal. En el año 1442 Calaceite pasó a manos del capítulo y obispo de Tortosa hasta el 1823.
A mediados del siglo XVII, época de guerras, enfermedades y calamidades como la peste del 1625, sequía y mortalidad de entre 1646 y 1649..., la villa al inicio de la Sublevación de Cataluña (1640), fue hostil, como Tortosa, a las tropas franco-catalanas, las cuales saquearon e incendiaron la villa, incluso robaron el reloj de la torre del antiguo templo, produciéndose una reducción de la población. A partir del fin de siglo se inició una reanimación y una época de transformaciones. Esta época de prosperidad se cortó a principios del siglo XVIII con la guerra de Sucesión.
En el inicio del siglo XIX, la Guerra de la Independencia Española no tuvo una incidencia importante en Calaceite, exceptuando las fuertes contribuciones que tuvieron que pagar a los franceses y a las tropas del país. En el 1823 Calaceite se liberó del dominio del capítulo de Tortosa y se convirtió en cabeza de un partido judicial, capitalidad que perdió pronto en favor de Valderrobres. Calaceite vivió con especial intensidad las Guerras carlistas, igual que toda la comarca, ya que se produjeron hechos de armas destacados.
QUÉ VER
1. Plaza de España
El epicentro de Calaceite es la Plaza de España, un bonita plaza con soportales donde antiguamente se reunían los habitantes del pueblo, se celebraban los actos más importante, además de el mercado. El edificio más importante de la plaza es el ayuntamiento de estilo renacentista y construido en 1609.
Durante el siglo XVIII se le llamó Plaza de los Silos, dado que debajo de la misma se guardaban los silos donde se conservaban los alimentos que se cobraban a modo de tributos.
En el siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX, es citada como Plaza Mayor. En el año 1931, a partir de la promulgación de la constitución republicana, se llamó la plaza de la Constitución. En 1938, en la entrada de los grupos franquistas en la población, se bautizó como Plaza de España. Este es el nombre que se emplea en la actualidad.
2. Portales capillas de la Virgen del Pilar y San Antonio
Uno de los elementos característicos de Calaceite son las capillas construidas sobre los antiguos portales de la muralla.
En la población todavía pueden verse los portales de entrada que pertenecían a la antigua muralla: el portal de Maella, en el siglo XVIII, se construyó encima una capilla elevada de estilo barroco dedicada a la Virgen del Pilar, el portal de Orta es otra de las entradas, en el siglo XVIII se construyó encima del portal la capilla de San Antonio de Padua, quedan dos más: el portal de la Bassa del Coll y el portal de la Font.
Los que se conservan mejor son el portal-capilla de San Antonio del siglo XVII y el portal-capilla de la Virgen del Pilar del siglo XVIII. Esta última destaca por su situación en una encrucijada en la que confluyen hasta ocho calles.
3. Iglesia Parroquial de la Asunción
La iglesia parroquial de Calaceite es el principal templo religioso de Calaceite. Este iglesia dedicada a Nuestra Señora de la Asunción fue edificada a principios del siglo XVIII sobre una iglesia gótica. Los elementos más llamativos son la torre y la puerta barroca de la Calle Iglesia decorada con dos columnas salomónicas y el escudo de Calaceite.
Se edificó sobre los restos de la antigua iglesia gótica de Santa María del Pla de principios del siglo XIV y de dimensiones más reducidas. El maestro de obras fue Francisco de Ibargüens y fue consagrada en 1710. La torre del campanario quedó inacabada.
Durante la guerra civil el edificio fue quemado y quedó en mal estado hasta que fue reconstruida. El año 2001 fue declarado Bien de Interés Cultural.
4. La Bassa
La Bassa tenía la función de recoger el agua de la lluvia para el abastecimiento de la población y ganado. Destaca esta por sus grandes dimensiones. Hoy alberga zona de juegos, la piscina municipal y el polideportivo. En la Plaza de la Diputación adjunta a la antigua balsa («La Bassa»), se construyó un monumento en piedra dedicado al olivo y la industria aceitera.
5. Font de Vila
Su origen es del siglo XII o XIV, una fuente o pozo de estilo gótico. Más tarde en 1602 se construye el actual conjunto renacentista de fuente, abrevadero y lavaderos.
6. Museo de Juan Cabré
El término municipal de Calaceite es especialmente rico en yacimientos arqueológicos. Ello se debe en gran parte a los trabajos del arqueólogo calaceitano Juan Cabré, que descubrió entre otras las pinturas rupestres de Roca de los Moros, en el barranco del Calapatá de Cretas.
El Museo Juan Cabré está dedicado a los hallazgos arqueológicos en la región. La colección del museo cuenta principalmente con piezas arqueológicas que van desde la prehistoria hasta la época visigoda.
SENDERISMO
Lugares interesantes cerca de Calaceite:
Vía Verde Val de Zafrán: Esta ruta, que discurre por el entorno natural del pueblo, recorre las antiguas estaciones que nunca llegaron a ver parar a ningún tren. El recorrido de Val de Zafán es un tramo de la Vía Verde entra Valjunquera y la estación de Lledó, llegando hasta Arnés, que forma ya parte de Tarragona
Puertos de Beceite, Dos senderos de Gran Recorrido cruzan Els Ports: GR 7 y GR 8.
Ruta del Parrizal, Ruta de las Ermitas, Ruta de las Prisiones, Calaceite-Cretas.
GASTRONOMÍA
Algunos de los platos típicos son la cassolada (arroz con tordos y costillas de cerdo), la cassolada de l’hort (a base de verduras y caracoles) y el cóc en pimentó (pizza tradicional de Calaceite, con tomate, pimiento y atún).
Y entre los dulces tradicionales destacan los elaborados con almendra; como los amelats, las rosquilletes y los secalls; las panadetes (rellenas de cabello de ángel); los mantecats (elaborados con manteca de cerdo) y el cóc en mel.
El aceite de oliva tiene Denominación de Origen “Bajo Aragón” y requiere en esta zona una mención especial.
Visitas Guiadas
El Ayuntamiento de Calaceite organiza visitas guiadas por el casco urbano y la cárcel de la localidad. Esta actividad está pensada para grupos de mínimo 8 personas y es necesario reservar previamente en la oficina de turismo.
Más información:
www.calaceite.es ; ayuntamientocalaceite@hotmail.com ; Tel. 978 851 001
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