A VUELA PLUMA. Acerca de la hipocresía de las tradiciones navideñas (por Mariano Luna de Matías)

a vuela pluma, Navidad, Mariano Luna de Matías

 

Calles atestadas por Navidad

Ahora está de pleno comentario la palabra adviento. Nadie sabe lo que significa, pero mucha gente la utiliza. A propósito de utilizar, la publicidad navideña nos utiliza. Nochebuena, Navidad, Reyes, Papá Noel, Día de los inocentes... 

   El caso es aniquilar con anuncios las mentes ya de por sí saturadas. Y se remangan con ahínco para que nosotros caigamos en su suplicio. Bajad el volumen del televisor y cambiadlo durante la publicidad porque produce sordera y ansiedad. Lo digo en serio.

    Nos reunimos con familias por el mero hecho de quedar bien y nos afanamos en no demostrarlo. Comemos como glotones, aunque no tengamos hambre y el mazapán y el turrón nos hace sentirnos culpables después.

    Pasadas las navidades, viene la cuesta de enero y los buenos despropósitos. El gimnasio, aprender inglés o dejar de fumar... Lo de ser amables, educados, quizás para el año que viene. Es que cuesta mucho y es muy caro.

   Paseo sin compostura por la calle Mayor y ya está todo el artefacto lumínico impostado. Luz y más luz para nuestras córneas. Como si no fuese suficiente con la pantalla táctil o el ordenador. Los restaurantes hacen, no su agosto, sino su diciembre y nuestras cuentas corrientes, lo notan. Aunque no queramos. Pero volvemos a caer en la ruedecita del ratón .

   Tenemos la gran costumbre de hacer cosas que no nos gustan, pero si las hacen los demás. ¿ Tenemos nosotros que dejar de hacerlas? Que no nos miran de forma diferente por pensar, por favor. 

   Un buen café endulzado ( leche desnatada, sin lactosa, con estevia, con edulcorante, con azúcar , con leche de soja...) y ante todo, mirando los ojos y la sonrisa de la otra persona y dando la vuelta al móvil es quizás el mejor regalo que tú te puedes hacer estás fiestas.

   Es muy económico y te hará rodearte de "good vibes", como dicen ahora los anglófilos.

Autor: Mariano Luna de Matías