NATURALEZA. Cuevas de Benagil: maravilla natural del Algarve portugués

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En uno de los rincones más bellos de la costa algarvía se abre la playa de Benagil, un pequeño arenal que destaca por sus acantilados y por las grutas que la erosión ha excavado. Bañada por un mar tranquilo, es ideal para visitar en barca. Se sitúa junto a la aldea de pescadores que le da nombre.

15 junio 2025.- Las Cuevas de Benagil, situadas en la costa sur de Portugal, constituyen uno de los tesoros naturales más impresionantes del Algarve. Esculpidas en acantilados de caliza a lo largo de millones de años, estas formaciones rocosas han atraído a viajeros, fotógrafos y amantes de la naturaleza por igual, gracias a su singular belleza, su juego de luces y sombras y su ambiente místico.

El proceso de formación de las cuevas de Benagil se inició hace unos 23 millones de años, cuando la erosión provocada por la acción constante de las olas y la salinidad del mar comenzó a modelar la roca caliza. El resultado es un laberinto de pasadizos y cámaras naturales, destacándose entre ellas la denominada “Cueva de la Catedral”, que debe su nombre a la apertura cónica en su techo por donde se filtra la luz, creando un efecto casi mágico. La interacción de la luz natural con las curvas y formaciones rocosas genera un ambiente que invita a la contemplación y al asombro.

Valores naturales y escénicos

Las Cuevas de Benagil no solo son un espectáculo geológico, sino que también representan un punto de encuentro entre la belleza natural del Algarve y la fuerza incesante del mar. Entre sus valores naturales destacan:

Luz y Forma: La luz que entra a través del orificio en la parte superior de la cueva crea un espectáculo visual único, destacando la textura y los matices de la roca.
Acceso Exclusivo por Mar: La imposibilidad de acceder a la cueva por tierra refuerza su aura de exclusividad y misterio, ofreciendo a los visitantes la experiencia única de acercarse en barco, kayaks o paddle surf.
Biodiversidad Marina: Las aguas cristalinas que rodean la zona albergan una diversa vida marina, haciendo de la visita una experiencia no solo visual, sino también ecológica.
Integración con el Paisaje: Ubicadas en un entorno de acantilados y playas doradas, las cuevas se funden armónicamente con la belleza costera del Algarve, lo que las convierte en uno de los puntos más fotografiados de la región.

Turismo sostenible y experiencias únicas

El auge de la popularidad de las Cuevas de Benagil ha generado un interés creciente por el turismo en el Algarve. Diversas opciones para visitarlas se han desarrollado, desde excursiones guiadas en barco hasta la opción para los más aventureros de explorar en kayak. Sin embargo, es fundamental que la afluencia turística se gestione de manera sostenible, preservando este patrimonio natural para futuras generaciones. Diversos artículos y publicaciones en medios especializados enfatizan la importancia de respetar las normas de convivencia y conservación de estos escenarios excepcionales.

Además de su indudable valor natural, las Cuevas de Benagil forman parte del legado geológico y cultural del Algarve. Han sido testigo de la interacción entre el hombre y la naturaleza a lo largo de los siglos, y en tiempos más recientes se han convertido en un icono visual del sur de Portugal, popularizado en revistas, guías turísticas y redes sociales. Estudiar su formación y su evolución ofrece claves no solo para comprender los procesos erosivos del planeta, sino también para apreciar la manera en que la naturaleza moldea y decora nuestro entorno.

Las Cuevas de Benagil son mucho más que una atracción turística; son un testimonio vivo de la fuerza y el arte de la naturaleza. Su esplendor geomorfológico, aliado a su integración con el paisaje costero del Algarve, representa una experiencia inolvidable para todo aquel que se acerque a este paraíso natural. Visitar estas cuevas es sumergirse en un mundo donde la luz, la roca y el mar se unen para contar la historia de la Tierra en un cuadro natural que deja huella en el alma de sus observadores.

Si la costa Algarvía se conoce por sus cuevas y acantilados es en parte por playa de Benagil. El arenal, que se encuentra muy cerca de Lagoa, ha ganado popularidad precisamente por su cueva, conocida como La Catedral. Con la erosión y el paso del tiempo se ha formado dentro de la misma una pequeña playa, un prodigio natural que bien valdría como escenario de una película de aventuras si no fuera porque en temporada alta nadie se la quiere perder. No tiene acceso directo desde tierra, por lo que hay que hacerlo por mar.