historia, Napoleón
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| El frío, el hambre y las enfermedades mataron a aproximadamente el 60% del ejército de 500.000 hombres de Napoleón durante su retirada de Moscú en 1812. Fuente: R. Barbieri et al./Curr. Biol. |
Los restos de algunos de los 300.000 soldados que murieron durante la retirada de Moscú revelan dos enfermedades bacterianas que probablemente contribuyeron al recuento de muertes.
26 octubre 2025.- Algunos soldados franceses enfermos acaban de recibir un nuevo diagnóstico, aunque llega con dos siglos de retraso. Durante su retirada de Moscú en 1812, el emperador francés Napoleón I perdió la mayor parte de su ejército por hambre, enfermedades y el gélido invierno ruso. Ahora, el análisis del ADN de algunos de los soldados caídos ha revelado dos enfermedades insospechadas que asolaron a las tropas.
Los resultados revelan que las razones de la desaparición del ejército podrían ser más complejas de lo que se creía, informan los autores en Current Biology .
Marcha fatal
Los historiadores habían debatido durante mucho tiempo los factores que llevaron al colapso del ejército de Napoleón. Finalmente, en 2006, investigadores que estudiaban el ADN de algunos restos de soldados identificaron dos agentes patógenos : Rickettsia prowazekii , causante del tifus , y Bartonella quintana , causante de la fiebre de las trincheras. Estos dos ya parecían ser los posibles culpables , basándose en los síntomas descritos en los registros históricos y el descubrimiento de piojos del cuerpo, que propagaban el tifus , en los restos de los soldados.
Sin embargo, estas identificaciones se basaban en la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) , que crea millones de copias de un segmento corto de ADN. Esta técnica permite a los investigadores detectar secuencias de ADN de patógenos específicos, por lo que resultó excelente para verificar la presencia de microorganismos que los historiadores ya creían presentes en los restos. Sin embargo, no es tan adecuada para identificar enfermedades insospechadas.
Después de 20 años, parecía el momento oportuno para retomar el misterio, afirma Nicolás Rascovan, coautor del nuevo estudio y paleogenómico del Instituto Pasteur de París. Con nuevas técnicas que permiten analizar el ADN antiguo en busca de cualquier patógeno conocido, el equipo se propuso identificar otros microbios que pudieran haber afectado a las tropas.
Los investigadores extrajeron ADN de los dientes de 13 soldados caídos, cuyos restos se habían excavado en Lituania en 2002. Posteriormente, utilizaron técnicas de última generación para secuenciar millones de fragmentos de ADN diferentes de una muestra. Esto permitió a los autores buscar una amplia gama de patógenos a la vez.
De los 13 soldados, cuatro mostraron evidencia de infección por Salmonella enterica , causante de fiebre paratifoidea, cuyos síntomas incluyen pérdida de apetito y manchas rosadas. Dos soldados también presentaron ADN de Borrelia recurrentis , un patógeno transmitido por piojos y causante de fiebre recurrente, que se caracteriza por episodios recurrentes de fiebre alta.
Enemigo microscópico
El equipo no encontró rastros de las enfermedades identificadas en 2006, posiblemente porque esas infecciones no se propagaron al pequeño grupo de 13 soldados. O bien, podría ser que los patógenos previamente reportados se filtraran sin ser detectados, ya que las nuevas técnicas de secuenciación son menos sensibles en algunos aspectos que el método PCR.
En cualquier caso, los resultados muestran que la caída del ejército no se debió a "una sola epidemia". Estas personas murieron por una multiplicidad de factores... probablemente muchos más de los que hemos encontrado, afirman los autores del estudio.
Para determinar el resto de estos factores, los investigadores creen que sería prudente que los científicos se tomaran otro descanso en sus investigaciones porque ya han analizado la mayoría de las muestras dentales del yacimiento de Lituania. En lugar de agotar las muestras restantes ahora, «esperemos a contar con técnicas más potentes para hacer cosas que hoy ni siquiera podemos imaginar», afirman los autores del estudio.
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