Reflexiones sobre el problema de la vivienda en España, a la luz de las propuestas planteadas por los dos grandes partidos políticos - Baj...
Reflexiones sobre el problema de la vivienda en España, a la luz de las propuestas planteadas por los dos grandes partidos políticos
- Bajar el impuesto de transmisiones patrimoniales del 10% al 4% no arreglará el problema del precio final de la vivienda. Además, comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular ya lo aplican desde hace tiempo y no ha ayudado a mejorar el acceso a la vivienda.
- La supuesta bajada de impuestos queda neutralizada por la subida generalizada del IBI en ayuntamientos gobernados por PP/Vox
- Liberar suelo público para que se construyan viviendas solo beneficiará a los promotores privados. Además, poco suelo público queda en las grandes urbes
- No hay vivienda accesible donde la gente quiere vivir. En áreas rurales y capitales de provincias sí hay vivienda disponible y más asequible pero en ellas no hay oferta de trabajo ni actividades económicas sostenibles que se concentra en las grandes urbes. Se deberían mejorar las comunicaciones con estas grandes urbes para facilitar que la gente busque vivienda fuera de los centros urbanos.
- Los grandes capitales no invierten en vivienda de protección oficial ya que buscan rentabilizar sus inversiones al máximo. O lo hace el Estado, directamente o a través de las comunidades autónomas, o no se construirá la suficiente.
- Los particulares que alquilan vivienda lo hacen a precio de mercado, y buena parte de ellos usan esos ingresos para completar sus pensiones o salarios. El carácter especulativo de este grupo poblacional es cuestionable, amén de la falta de protección frente a inquilinos morosos.
- Las ayudas están bien, pero con los bajos salarios, solo son accesibles a una minoría de personas que reúnan las condiciones.
- Los avales no están mal, pero hay que devolverlos. Y con los bajos salarios actuales es muy difícil hacerlo
- La subida de salarios o la reducción de impuestos casi siempre va acompañada de incrementos semejantes en el precio de la vivienda. Por ello, se debería regular el precio para asegurar un margen de maniobra suficiente al comprador/inquilino.
- Hablar de "zonas tensionas" en las grandes urbes es una falacia, por cuanto acotar áreas céntricas desplaza el incremento de precios a las periferias y, a la postre, convierte en zona tensionada la mayor parte de la ciudad.
- Tras la pasada crisis inmobiliaria, los bancos "no están por la labor" de arriesgar a la hora de conceder préstamos e hipotecas a quien no reúna unas condiciones mínimas que están lejos de poder cumplir la mayoría de la población joven.
- En un país donde la industria del turismo es esencial para nuestro bienestar, es cuestionable "topar" el precio de los alquileres por cuanto empresas del sector y turistas buscarían otros destinos vacacionales.
COMENTARIOS