arqueología, Clovis, cometa
Los investigadores están ampliando la evidencia que sugiere que un cometa fragmentado explotó sobre la Tierra hace casi 13.000 años, contribuyendo potencialmente a la extinción de mamuts, mastodontes y otra megafauna, así como a la desaparición de la cultura Clovis en América del Norte.
11 octubre 2025.- En un estudio reciente, James Kennett, profesor emérito de Ciencias de la Tierra de la UC Santa Bárbara, y su equipo informaron del hallazgo de cuarzo impactado (granos de arena alterados por presión y calor intensos) en tres yacimientos arqueológicos clave de Clovis: Murray Springs en Arizona, Blackwater Draw en Nuevo México y Arlington Canyon en las Islas del Canal de California. Según Kennett, estos yacimientos fueron cruciales para comprender tanto las extinciones de la megafauna como el declive de la cultura Clovis.
La pérdida de estas especies y elementos culturales coincide con el inicio del Dryas Reciente, un retorno repentino a condiciones cercanas a la edad de hielo que duró aproximadamente mil años durante una fase de calentamiento posterior a la Última Glaciación. Si bien existen varias teorías sobre el desencadenante de este evento, el equipo de Kennett sugiere que la explosión de un cometa fragmentado en la superficie podría haber generado ondas de choque y calor extremo en la Tierra.
“En otras palabras, se desató el infierno”, dijo Kennett.
La hipótesis del impacto del Dryas Reciente propone que explosiones masivas desencadenaron incendios extensos, que produjeron humo y hollín, así como polvo que oscureció la luz solar, dando lugar a un "invierno de impacto". Este fenómeno pudo haberse visto exacerbado por el rápido derretimiento de las capas de hielo, que enfrió aún más las zonas afectadas. Se cree que el choque inicial y las duras condiciones posteriores contribuyeron a la extinción de la megafauna tanto en Norteamérica como en Sudamérica, así como a la desaparición de la cultura Clovis.
En las últimas décadas, investigadores como Kennett han recopilado evidencia que respalda esta hipótesis. Han identificado una capa de "manto negro" en sedimentos de numerosos yacimientos de Norteamérica y Europa, indicativa de una quema generalizada. Además, han descubierto diversos indicadores de impacto, como niveles elevados de minerales raros como el platino y el iridio, típicos de los cometas, y formaciones minerales creadas bajo temperaturas y presiones extremas. Estas incluyen nanodiamantes, así como metales y minerales que experimentaron procesos de fusión, enfriamiento y solidificación, como esférulas metálicas y vidrio fundido.
Gracias a los avances tecnológicos, el equipo se centra en un indicador clave de los impactos cósmicos: el cuarzo impactado. Estos granos de arena presentan deformaciones causadas por calor y presión extremos.
En tres yacimientos de Norteamérica (Murray Springs, Blackwater Draw y Arlington Canyon), los investigadores encontraron granos de cuarzo con grietas distintivas, algunas rellenas de sílice fundida. Mediante microscopía electrónica y catodoluminiscencia, confirmaron que estos granos se sometieron a temperaturas y presiones superiores a las que el vulcanismo o la actividad humana podrían causar. El cuarzo impactado es crucial cuando no hay cráteres como evidencia de un impacto cósmico.
A diferencia del asteroide que creó un cráter bajo la península de Yucatán hace 65 millones de años, las explosiones de impacto (colisiones sobre la superficie terrestre, como las de cometas fragmentados) dejan una mínima evidencia paisajística. El equipo utilizó modelos hidrográficos para estudiar estas explosiones y sus efectos en los patrones de choque del cuarzo.
Existen diferentes niveles de cuarzo impactado. Si bien la evidencia aceptada de impacto cósmico se basa en gran medida en las grietas paralelas del cuarzo encontradas en los cráteres, la variedad de direcciones, presiones y temperaturas que surgen en torno a las explosiones de aire provocaría variaciones en los patrones de choque del cuarzo.
El estudio destaca que el descubrimiento de granos de cuarzo impactados, junto con otros indicadores de impacto como una estera negra rica en carbono, nanodiamantes y esférulas de impacto halladas en la misma capa de sedimento en tres importantes yacimientos arqueológicos, respalda la teoría de un impacto cósmico. Este evento se considera un factor importante que contribuyó tanto a las extinciones de la megafauna como al colapso del tecnocomplejo Clovis al inicio del Dryas Reciente.
El estudio fue publicado en la revista PLOS One.


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